15 OCTUBRE 2025
📝HISTORIA EN BREVE
·
El consumo de aspartamo activa genes que causan cáncer incluso sin un
crecimiento tumoral visible, lo que aumenta el riesgo de glioblastoma a nivel
molecular
·
Este endulzante artificial altera el eje intestino-cerebro al
agotar las bacterias beneficiosas, como las Rikenellaceae, las cuales suelen
producir compuestos que ayudan a suprimir la progresión del tumor
· La metilación del ARN, que es un poderoso proceso de regulación genética, se altera por la exposición al aspartamo, lo que aumenta la expresión de genes que se relacionan con un cáncer cerebral más agresivo
·
Los endulzantes
artificiales como el aspartamo y
el neotamo perjudican las bacterias intestinales, alteran las barreras
intestinales y aumentan el riesgo de enfermedades metabólicas e inflamatorias
·
Eliminar el aspartamo y
favorecer la salud intestinal con carbohidratos saludables, alimentos
fermentados y colágeno ayudará a restablecer el equilibrio inmunológico y
reducir las afecciones que promueven el cáncer
Por el
Dr. Mercola
El aspartamo, que es un endulzante artificial que se
utiliza en los refrescos de dieta e incluso en las vitaminas masticables, no
solo endulza los alimentos, sino que altera el paisaje genético y aumenta el
riesgo de glioblastoma, que es una de las formas más mortales de cáncer
cerebral, según un estudio reciente.
Lo más preocupante es que estos cambios genéticos se
debieron a alteraciones en las bacterias intestinales. Si todavía cree que el
aspartamo es "inofensivo", estos nuevos hallazgos le demostrarán cuán
peligroso es este aditivo tan común.
Un estudio demuestra que el aspartamo
activa los genes del cáncer cerebral
Un estudio reciente en
animales, que se publicó en la revista Scientific
Reports, investigó los efectos del aspartamo en la expresión
genética y en las bacterias intestinales en ratones con glioblastoma. Los
investigadores evaluaron si el aspartamo pudiese influir en la progresión del
tumor a nivel molecular, incluso en ausencia de crecimiento tumoral visible.1
• Los
ratones que se utilizaron en el estudio tenían gliomas inducidos mediante el
trasplante de células cancerosas: estos sujetos de
prueba después se dividieron en dos grupos. Un grupo recibió agua con aspartamo,
mientras que al grupo de control se le dio agua regular.
• Uno
de los hallazgos más sorprendentes fue que se activaron genes relacionados con
el cáncer: los investigadores
descubrieron cambios internos drásticos, en particular a nivel genético y
microbiano, en el grupo expuesto al aspartamo. Los investigadores observaron
una regulación positiva significativa de tres genes importantes: la
mielocitomatosis (MYC), el inhibidor de la quinasa dependiente de ciclina 1A
(CDKN1A) y el factor de crecimiento transformante β (TGFB1).
• Se
sabe que estos tres genes promueven la progresión del cáncer: la MYC es un oncogén, lo que significa que
favorece el crecimiento celular descontrolado, mientras que el TGFB1 a menudo
se asocia con un mal pronóstico en el glioblastoma debido a su habilidad para
suprimir la función inmunológica y promover la supervivencia de las células
tumorales. La CDKN1A suele participar en el control del ciclo celular, pero
cuando se desregula, contribuye a la agresividad del tumor.
• Esta
es la peor parte: todos estos cambios
ocurrieron sin ningún aumento medible en el tamaño del tumor. Esto significa
que incluso si su tumor no crece, aún podría evolucionar a nivel genético en
algo mucho más peligroso.
El aspartamo altera el microbioma
intestinal, ya que afecta el eje intestino-cerebro
El aspartamo fue
descubierto por accidente en 1965 y ha sido utilizado en productos de consumo
desde la década de los 80. Debido a que el aspartamo es un edulcorante bajo en
calorías y es 200 veces más dulce que el azúcar normal, se volvió muy popular
entre las personas que desean reducir su consumo de calorías. Hoy en día, se
utiliza en más de 6000 productos en todo el mundo, incluyendo en refrescos de
dieta, gomas de mascar y caramelos sin azúcar, al igual que en condimentos como
salsa de tomate y aderezos para ensaladas.2
Sin embargo, el aspartamo
no es tan seguro como parece, de hecho, se ha asociado con una larga lista de
problemas de salud, como obesidad, dolores de
cabeza y depresión.3 En 2023, la Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización
Mundial de la Salud declaró al aspartamo como un posible
cancerígeno para los humanos4, y ahora, este
estudio en animales proporciona evidencia más sólida que respalda esta
clasificación.
• Los
cambios en la actividad genética se debieron a un proceso biológico llamado
metilación del ARN: estos cambios
ocurrieron a lo largo de la vía N6-metiladenosina (m6A). La metilación del ARN
es una modificación química del ARN mensajero (ARNm), que es la molécula que el
cuerpo utiliza para traducir el ADN en proteínas.
Esta modificación actúa como un regulador de
intensidad, ya que ajusta con precisión el grado de actividad de un gen. Cuando
la exposición al aspartamo aumentó este proceso, el regulador de intensidad se
activó al máximo para los genes que promueven el cáncer.
• El
aspartamo aumenta el riesgo de glioblastoma al afectar el eje
intestino-cerebro: esta es la vía
bidireccional por la cual el intestino y el cerebro se comunican entre sí. Las
bacterias intestinales sintetizan ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el
butirato y metabolizan componentes alimenticios como el triptófano en las
moléculas que regulan el microambiente tumoral.
Cuando estos metabolitos llegan a los sitios
tumorales, promueven los mecanismos de vigilancia inmunológica y alteran los
procesos metabólicos de las células para inhibir el crecimiento tumoral.
• Por
el contrario, los tumores también influyen en la composición microbiana del
intestino: ciertas bacterias
intestinales que colonizan los tejidos tumorales promueven la carcinogénesis a
través de múltiples mecanismos: inducen daño al ADN, suprimen la habilidad del
sistema inmunológico para reconocer antígenos tumorales y alteran vías
metabólicas vitales. Estas bacterias crean condiciones propicias para la
supervivencia y proliferación de tumores.
Es decir, algunas bacterias intestinales producen
sustancias que ayudan a combatir el cáncer, mientras que otras ayudan a que los
tumores crezcan y se propaguen; el aspartamo altera el intestino para aumentar
el crecimiento de bacterias que propagan tumores.
• Los
ratones alimentados con aspartamo mostraron un descenso en los niveles de
bacterias de la familia Rikenellaceae: las
Rikenellaceae son parte de un grupo de microbios involucrados en la producción
de SCFA, que, como ya se mencionó, ayudan a inhibir la formación de cáncer. De
acuerdo con los autores del estudio:
"La composición y abundancia del
microbioma intestinal, en particular de la familia Rikenellaceae, están muy
asociadas con los niveles de ácidos grasos volátiles, como el ácido acético, el
ácido propiónico y el ácido butírico.
Numerosos hallazgos han proporcionado
evidencia de una relación entre la abundancia de la familia Rikenellaceae en el
intestino y una variedad de problemas de salud metabólica, incluyendo la
enfermedad de Parkinson y la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD,
por sus siglas en inglés).
Nuestro estudio concluyó que, aunque la
alimentación con aspartamo no afectó de forma significativa el crecimiento del
tumor, sí indujo cambios en la composición del microbioma intestinal, en
particular una menor abundancia relativa de la familia Rikenellaceae.
Especulamos que el microbioma intestinal podría influir en la progresión del
glioblastoma multiforme a través del eje intestino-cerebro".5
Los estudios previos han asociado los
endulzantes artificiales con un riesgo elevado de cáncer
No tengo ninguna duda de que los endulzante
artificiales como el aspartamo son uno de los ingredientes más nocivos en
nuestro suministro de alimentos. A primera vista, cambiar el azúcar por
aspartamo podría parecer beneficioso para la salud, pero es una de las peores
decisiones que puede tomar, y tiene consecuencias perjudiciales para toda la
vida.
Este estudio se suma a más investigaciones que
relacionan los endulzantes artificiales con el cáncer y el crecimiento de
tumores. Entre los más destacados están:
• Un
estudio de 2006 que se publicó en la revista Environmental Health
Perspectives sobre la esperanza de vida de ratas: los investigadores señalan que el aspartamo
"es un agente con múltiples efectos cancerígenos, incluso en una dosis
diaria mucho menor que el consumo diario que se considera aceptable".6
• Un
estudio de 2010 que se publicó en el American Journal of Industrial
Medicine: la investigación
confirma que este endulzante artificial es "un agente cancerígeno en
numerosos sitios en roedores, y que este efecto se induce en dos especies,
ratas (machos y hembras) y ratones (machos)".7
• Un
artículo de 2012 que se publicó en el American Journal of Clinical
Nutrition: el estudio fue
realizado por investigadores de la Universidad de Harvard y descubrió un
vínculo positivo entre el consumo de aspartamo, el linfoma no Hodgkin y el
mieloma múltiple en hombres, así como la leucemia tanto en hombres como en
mujeres.8
• Un
estudio de 2022 publicado en la revista PLOS Medicine: el estudio descubrió un vínculo entre el
aspartamo y el acesulfamo-K, que es otro endulzante artificial, y un riesgo
mayor de cáncer de mama y otros tipos de cáncer relacionados con la obesidad.9
En 2024, la organización
sin fines de lucro US Right to Know publicó una revisión que destaca numerosos estudios independientes que vinculaban el aspartamo no
solo con un riesgo mayor de cáncer, sino también con múltiples problemas de
salud. Como se indica en la reseña:10
"Numerosos estudios han encontrado un
vínculo entre el endulzante artificial aspartamo y diversos problemas de salud
graves, incluyendo cáncer, enfermedades cardiovasculares, alzhéimer,
convulsiones, derrame cerebral y demencia, así como efectos negativos como
disbiosis intestinal, trastornos del estado de ánimo, dolores de cabeza y
migrañas.
La evidencia también demuestra que el
aspartamo podría tener una relación con el aumento de peso, el aumento del
apetito y las enfermedades relacionadas con la obesidad. Esta evidencia plantea
preguntas sobre la legalidad de comercializar productos que contienen
aspartamo, como bebidas 'de dieta' o productos para bajar de peso".
Los edulcorantes artificiales alteran la
salud intestinal de diversas maneras
Su microbioma intestinal alberga billones de bacterias
buenas y malas que influyen en diversos factores, como la regulación de la
digestión, el metabolismo y la función inmunológica. Sin embargo, su microbioma
intestinal cambia si consume endulzantes artificiales, sobre todo a diario. Los
estudios han demostrado que el consumo de endulzantes artificiales altera el
equilibrio del intestino, lo que provoca numerosos problemas de salud.
• El
aspartamo bloquea una enzima intestinal que se asocia con el control del peso: se descubrió que un producto de degradación del
aspartamo llamado fenilalanina inhibe la actividad de una enzima intestinal
llamada fosfatasa alcalina (IAP, por sus siglas en inglés). Algunos estudios
previos que se realizaron en animales han asociado la IAP con la prevención del
desarrollo del síndrome metabólico, además de que reduce sus síntomas en las
personas que padecen esta afección. 11
• El
neotamo causa daños graves en los intestinos y en la salud intestinal general: según informó un estudio, el neotamo, que es un
endulzante artificial que es similar al aspartamo a nivel químico, no solo dañó
las bacterias que se suelen estar en el intestino, sino que también provocó la
muerte de las células intestinales. Este endulzante también altera la barrera
intestinal, lo que aumenta las fugas y reduce la presencia de claudina-3, que
es una proteína importante para la unión celular. De acuerdo con los autores
del estudio:12
"El
estudio es el primero en demostrar que el neotamo puede provocar que bacterias
intestinales sanas se enfermen e invadan la pared intestinal, lo que podría
causar problemas de salud como el síndrome del intestino irritable y sepsis, y
también causar la ruptura de la barrera epitelial, que forma parte de la pared
intestinal".13
• El
consumo de sucralosa induce disbiosis intestinal y altera los niveles de
glucosa e insulina: un estudio que se
publicó en la revista Microorganisms descubrió
que consumir este endulzante en cantidades "mucho menores a las que se
recomiendan en el consumo diario aceptable",14 durante
solo 10 semanas, indujo disbiosis intestinal y alteró los niveles de glucosa e
insulina en adultos jóvenes sanos. El endulzante afecta a las bacterias que
pertenecen al filo Firmicutes, las cuales intervienen en el metabolismo de la
glucosa y la insulina.
Si desea tener una buena salud, cuidar su salud
intestinal es importante, y uno de los mejores cambios que puede hacer es
evitar los endulzantes artificiales.
Elimine el aspartamo (y otros
endulzantes artificiales) de su vida
Los hallazgos son claros, y son que el aspartamo no es
inofensivo. Altera el microbioma intestinal, activa genes que se asocian con la
agresividad tumoral y perjudica los sistemas de energía celular. Si desea proteger
su cuerpo de enfermedades crónicas y evitar un diagnóstico de glioblastoma, le
recomiendo seguir estas estrategias:
1.
Elimine el aspartamo y todos los endulzantes artificiales de su alimentación: deje de beber refrescos de dieta o consumir
productos sin azúcar, como aguas saborizadas, gomas de mascar o vitaminas
masticables. Éstas son las fuentes más comunes de aspartamo. Lo ideal es que
elimine todos los alimentos ultraprocesados de su alimentación, ya que muchos
son fuentes ocultas de endulzantes artificiales.
También le recomiendo leer muy bien las etiquetas. El
aspartamo y otros endulzantes suelen esconderse junto con otros ingredientes,
así que asegúrese de revisar bien la etiqueta de los productos que compra.
2.
Cambie a endulzantes naturales: algunas de las
mejores opciones, con moderación, son la miel de Manuka sin procesar, la miel
de maple y el azúcar de coco. Si desea dejar de consumir endulzantes por
completo, la fruta fresca es una excelente forma de satisfacer sus antojos y,
al mismo tiempo, mantener equilibrado su nivel de azúcar en la sangre.
3.
Restaure su microbioma intestinal de inmediato: concéntrese
en los alimentos que ayuden a su cuerpo a reconstruir un equilibrio microbiano
saludable. Comience con frutas enteras, vegetales bien cocidos y almidones
cocidos.
Los alimentos fermentados como el chucrut, el kéfir y
el kimchi son fuentes naturales de probióticos que ayudan a reequilibrar el
microbioma. El caldo de huesos, que es rico en colágeno, apoya el revestimiento
intestinal, mientras que la fibra que procede de frutas digeribles ayuda a
alimentar a las bacterias beneficiosas (pero asegúrese de que su intestino esté
en condiciones óptimas, para que la fibra alimente a sus bacterias buenas en
lugar de a las malas).
4.
Consuma la cantidad adecuada de carbohidratos específicos: la mayoría de los adultos necesitan entre 200 y
250 gramos de carbohidratos al día para que las mitocondrias funcionen de
manera adecuada. Eso incluye el cerebro. Restringir los carbohidratos priva al
cuerpo de energía y genera estrés reductivo, lo que solo empeora el caos
celular que se relaciona con el glioblastoma. Le recomiendo reintroducir poco a
poco carbohidratos seguros según la tolerancia de su intestino.
5.
Elimine otros factores comunes del daño celular: si
desea interrumpir la causa subyacente de la progresión del glioblastoma,
elimine los otros factores que comprometen la salud mitocondrial y del
microbioma. Esto incluye los aceites de semillas, la exposición a campos
electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés), los xenoestrógenos de
plásticos y los alimentos procesados.
Preguntas frecuentes sobre el aspartamo
y el glioblastoma
P:
¿Cómo aumenta el aspartamo el riesgo de glioblastoma?
R: El aspartamo altera la actividad genética que se
relaciona con la progresión del cáncer debido a que activa las vías de
metilación del ARN, en especial la vía N6-metiladenosina (m6A). Esto aumenta la
expresión de genes como los MYC, TGFB1 y CDKN1A, que se sabe que promueven el
crecimiento del tumor y hacen que el glioblastoma sea más agresivo, incluso si
el tumor en sí no aumenta de tamaño de manera visible.
P:
¿Cómo influye el microbioma intestinal en el desarrollo del cáncer cerebral?
R: Las bacterias intestinales influyen en el cerebro a
través del eje intestino-cerebro. El aspartamo altera este proceso al reducir
bacterias como las Rikenellaceae, que ayudan a producir compuestos
anticancerígenos. Estos desequilibrios microbianos debilitan la vigilancia
inmunológica y promueven las condiciones que favorecen el desarrollo de tumores
en el cerebro.
P: ¿Los
endulzantes artificiales son peores que el azúcar?
R: Si, aunque se comercializan como opciones bajas en
calorías y más seguras, los endulzantes artificiales como el aspartamo se han
relacionado con el cáncer, la disfunción metabólica, el daño intestinal y la
alteración de la regulación genética. La evidencia demuestra que estos aditivos
tienen consecuencias negativas y que podrían causar daños a largo plazo.
P: ¿Qué
debo hacer si he consumido aspartamo con regularidad?
R: Primero elimine todos los endulzantes artificiales de
su alimentación; esto incluye revisar las etiquetas de los refrescos de dieta,
las aguas saborizadas, las gomas de mascar, las vitaminas y los condimentos.
Después, apoye su intestino con carbohidratos naturales, alimentos fermentados,
agua con dextrosa y caldos ricos en colágeno para ayudar a reequilibrar su
microbioma y restaurar las vías de regulación genética.
P: ¿Hay
alguna forma más segura de satisfacer mis antojos de dulces?
R: Si, utilice con moderación los endulzantes naturales
como la miel sin procesar, la miel de maple o el azúcar de coco. Lo ideal es
que su fuente principal de dulzor sean las frutas enteras con fibra, ya que
ofrecen dulzura natural al tiempo que favorecen la salud intestinal y cerebral.
Priorice siempre las fuentes de alimentos que favorezcan sus bacterias
beneficiosas y que no promuevan enfermedades.
Fuentes y Referencias
·
1, 5 Sci Rep. 2025 Jul 2;15:23298
·
3 Nutr Neurosci. 2018 Jun;21(5):306-316
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4 World Health Organization, July 14,
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7 Am J Ind Med. 2010
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8 The American Journal of Clinical
Nutrition, December 2012, Volume 96, Issue 6, P1419-1428
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9 PLOS Medicine 19(3): e1003950
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10 U.S. Right to Know, March 27, 2025
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11 Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A., 2013,
110 (17) 7003-7008
·
12 Front. Nutr., 24 April 2024, Sec.
Nutrition and Microbes, Volume 11 – 2024
·
13 ARU, April 24, 2024

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