*El
Doctor Hiromi Shinya, autor de éste libro al que hago ésta
crítica positiva, es conocido
por sus avances en el campo de la Cirugía Colonoscópica. Para
los Gastroenterólogos y Cirujanos del mundo entero no necesita
presentación. Fue el
primero en realizar la primera cirugía de colon sin incisión abdominal, fue el
impulsor de la técnica que, de hecho, lleva su nombre y el diseñador del
instrumento utilizado para la misma.
Creció en
Japón, justo después de la guerra, cuando las costumbres y tecnología
estadounidenses transformaban su tierra natal. Quería estudiar medicina en USA,
así que, una vez
graduado como médico en Japón, en 1963, se mudó con su joven esposa a Estados
Unidos para cursar el programa de residencia quirúrgica en el Centro Médico
Beth Israel, de Nueva York.
Cuenta el Dr. Hiromi Shinya en su último libro:
“La enzima prodigiosa” que ni a su
esposa ni a su pequeña hija les sentaron bien los Estados Unidos; su esposa
estaba enferma la mayor parte del tiempo, débil y sin poder darle el pecho a su
hija, así que, por recomendación médica, tuvieron que darle
leche preparada de fórmula, fabricada a partir de leche de vaca... Fue muy duro para el Doctor Shinya porque, tras
trabajar todo el día en el hospital, llegaba a casa para ayudar a su mujer, que
de nuevo estaba embarazada; así que cambiaba pañales, daba el biberón a su hija
y cuidaba de su mujer. La niña lloraba mucho y le salió una erupción en la
piel; le picaba mucho y tod@s se sentían muy mal con ésto.
El Dr. Shinya necesitaba saber qué era lo que les CAUSABA ésos males a
su familia. Y empezó a estudiar los casos con especial atención... En Japón nunca había visto el tipo de
dermatitis atópica que presentaba su hija, por lo
que empezó a investigar una
posible CAUSA en los Estados Unidos. Como en Japón no
tenían la costumbre de tomar lácteos, pensó que podía ser LA LECHE de vaca en la
fórmula, lo que creaba ésa atopía en la piel. Probó a quitarle ésa leche y mejoró
rápidamente; YA ESTABA! Era, como la mayoría de los Orientales, alérgica a la
leche de vaca, no podía digerirla y las partículas sin digerir eran lo bastante
pequeñas como para pasar de los intestinos directamente al Torrente
Sanguíneo, que a su vez eran atacadas
por el Sistema Inmunológico como si fueran invasores externos. Lo mismo
sucedió con su hijo; cuando dejaron de darle la leche, el sangrado rectal y la
colitis úlcerosa desaparecieron.
(Reseña de Mercedes Martínez Calavia.)
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Doctor Hiromi Shinya
Comer sin miedo de J. M. Mulet. Descargar libro:
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