Clint Eastwood, actor y cineasta, estrena en España 'Jersey Boys' |
"Hoy sigue siendo un musical muy popular, por lo que algo tenía que haber
ahí" | "Querría tocar otros géneros..., la clásica: me hubiese
fascinado dirigir 'Amadeus'" | "Yo era algo lento: todos
experimentaban con drogas y yo bebía un vaso de cerveza" | "No sigo
una rutina, si no tengo nada que me apasione, siempre busco algo para
hacer"
A una edad
(84 años) en la que la gran mayoría de los hombres ha concluido su etapa
productiva, quien supo ser una de las grandes leyendas de Hollywood antes de
encontrar una segunda carrera detrás de las cámaras no para de trabajar. No dejó pasar la oportunidad de
experimentar por primera vez el proceso de adaptar un musical de Broadway a la
pantalla grande con Jersey Boys, que llega este viernes a nuestras carteleras,
e inmediatamente después reemplazó a David O. Russell para dirigir American
Sniper, la biografía del francotirador de los Navy Seals Chris Kyle, que
protagonizó Bradley Cooper y que con un ojo puesto en el Oscar desembarcará en
los cines norteamericanos esta Navidad.
Se dice que comenzó a trabajar en Jersey Boys cuando se dio cuenta de que la versión de Ha nacido una estrella con Beyoncé todavía no estaba lista. ¿Fue así?
Sí. Hacía tiempo que tenía ganas de hacer una nueva versión de Ha nacido una estrella. De niño, me había quedado deslumbrado con la película de Frederic March y Janet Gaynor, y me parecía que podía ser interesante volver a hacerla desde un punto de vista moderno. Y después se presentó este proyecto. Yo me reuní con el presidente de Warner, que había mostrado interés en un principio pero después lo había descartado, y le pregunté por qué habían tomado la decisión de no continuar con Jersey Boys. Hoy por hoy sigue siendo un musical muy popular, por lo que me parecía que algo tenía que haber ahí. Al cabo de un tiempo me llamó y me explicó que, gracias a mí, el proyecto se había reactivado y me preguntó si me interesaba hacerla en lugar de Ha nacido una estrella.
¿Qué desafíos presentó el traspaso del escenario a la pantalla grande?
Yo no los llamaría desafíos, más bien oportunidades. El cine te permite abrir la historia. El musical de Broadway es fantástico y es muy entretenido, pero yo pude contar la misma historia desde un punto de vista más realista. En el teatro todo está a la vista, no se puede cortar y pasar a otra escena. Hay muchas cosas que pueden hacerse en el cine que en una obra de teatro son imposibles. El teatro tiene que avanzar, todo tiene que ser muy práctico. Así que lo que intenté hacer fue abrir la historia y darle un poco de realismo.
¿No hubo sugerencias de que usara a grandes estrellas para los papeles protagonistas en lugar de virtuales desconocidos?
No. Es que yo siempre he sido un ferviente creyente de que si una película funciona, lo hace porque hay un buen trabajo de equipo. Y puedes tener allí a los nombres más importantes de la industria, o a los actores de moda, pero no te van a ayudar en nada si la película no funciona. Es algo que he visto una y otra vez y lo he comprobado con todas las grandes estrellas. Por eso me imaginé que si la película iba a funcionar, lo iba a hacer con un grupo que trabajara como equipo. Y si la película no iba a funcionar, no me importaban quiénes eran los que iban a estar en el elenco, porque el proyecto iba a fracasar. Vamos, algunas malas películas tienen suerte en la taquilla y también hay buenas películas que fracasan a la hora de vender entradas, por lo que el riesgo siempre está. Pero en lugar de usar grandes nombres pensé que era más inteligente poner a los actores que habían estado haciendo esta obra durante mucho tiempo. Nadie conoce a los actores que trabajan en los musicales de Broadway, pero van a verlos porque tienen buenas críticas y han escuchado de otros que la vieron que la experiencia de verla ha sido buena. Supuse que esa misma estrategia podía funcionar para la película.
¿Conoció a Frankie Valli en persona?
Sí, conocí a Frankie Valli hace mucho tiempo y después me lo encontré varias veces a lo largo de los años, pero a mí nunca me gustó demasiado esa era musical porque yo pertenezco a otra época. Sin embargo, sí me gustaban los Four Seasons. Creo que su música era muy superior y que Can't take my eyes off you, que es una de las canciones más conocidas de esa era, puede considerarse realmente como un clásico universal. Sus canciones eran muy energéticas y divertidas, y muy superiores a todo lo que había en esa época.
¿Pero usted no es un fanático del jazz?
A mí me gusta todo. Hace ya unos años hice Aventurero de medianoche, sobre un cantante country, y me he ocupado en muchas ocasiones de la música. Me encantaría tocar muchos otros géneros, por ejemplo disfrutaría mucho haciendo algo sobre música clásica, pero siempre que pueda encontrar las historias apropiadas. Me hubiese fascinado haber podido dirigir Amadeus, por ejemplo. Aunque es cierto, me gusta mucho más el jazz.
¿Qué recuerda particularmente de la década de los 60?
Que era una época en la que se estaban produciendo muchísimos cambios, pero en aquel entonces yo era un poquito lento, por lo que me perdí un montón de cosas. Mientras todo el mundo estaba experimentando con las drogas, yo me dedicaba a beber un vaso de cerveza. Y pensaba que eso era lo mejor que me podía pasar. En el terreno musical me dejaba llevar por lo que estaba de moda en aquellos tiempos. Me seguía gustando Charlie Parker y Lester Young, y también desarrollé una gran pasión por la música country, que poco a poco iba reemplazando a la vieja generación del pop, en los tiempos en que en una canción te contaban una historia y podías entender a la perfección de qué trataba la letra.
¿Fue una buena época para usted o fue muy estresante?
Fue una buena época. Estaba trabajando en Londres y en Roma. Había mucha actividad y uno podía llegar tan lejos como se lo propusiera. Fue un periodo muy interesante en el plano cultural, pero a nivel musical yo me crie en los cuarenta y cincuenta, particularmente en los cuarenta, cuando teníamos a esos grandes cantantes. Los hombres eran Sinatra, Nat King Cole, Billy Eckstine y las mujeres eran Ella Fitzgerald, Sarah Vaughn y Peggy Lee. Estábamos acostumbrados a las grandes voces. Por eso fue tan diferente cuando comenzaron a hacer música que podía ser cantada por tu vecino, en la que los cantantes bien podían ser los muchachitos que vivían en la casa de al lado en lugar de los profesionales de la voz que se paraban en el escenario para darte algo muy especial.
¿Está disfrutando de su nueva vida de soltero?
La verdad es que he estado trabajando tanto que no he tenido la oportunidad de prestarle atención a eso. He hecho dos películas, una detrás de otra. Acabo de terminar una sólo unos días atrás. Me mantengo activo y eso es lo que siempre he hecho. Lo he hecho desde Cuero crudo en 1959 y eso me ha ayudado a tener una carrera muy disfrutable.
En su orden de prioridades, ¿qué es lo más importante en la vida para usted?
Se dice que comenzó a trabajar en Jersey Boys cuando se dio cuenta de que la versión de Ha nacido una estrella con Beyoncé todavía no estaba lista. ¿Fue así?
Sí. Hacía tiempo que tenía ganas de hacer una nueva versión de Ha nacido una estrella. De niño, me había quedado deslumbrado con la película de Frederic March y Janet Gaynor, y me parecía que podía ser interesante volver a hacerla desde un punto de vista moderno. Y después se presentó este proyecto. Yo me reuní con el presidente de Warner, que había mostrado interés en un principio pero después lo había descartado, y le pregunté por qué habían tomado la decisión de no continuar con Jersey Boys. Hoy por hoy sigue siendo un musical muy popular, por lo que me parecía que algo tenía que haber ahí. Al cabo de un tiempo me llamó y me explicó que, gracias a mí, el proyecto se había reactivado y me preguntó si me interesaba hacerla en lugar de Ha nacido una estrella.
¿Qué desafíos presentó el traspaso del escenario a la pantalla grande?
Yo no los llamaría desafíos, más bien oportunidades. El cine te permite abrir la historia. El musical de Broadway es fantástico y es muy entretenido, pero yo pude contar la misma historia desde un punto de vista más realista. En el teatro todo está a la vista, no se puede cortar y pasar a otra escena. Hay muchas cosas que pueden hacerse en el cine que en una obra de teatro son imposibles. El teatro tiene que avanzar, todo tiene que ser muy práctico. Así que lo que intenté hacer fue abrir la historia y darle un poco de realismo.
¿No hubo sugerencias de que usara a grandes estrellas para los papeles protagonistas en lugar de virtuales desconocidos?
No. Es que yo siempre he sido un ferviente creyente de que si una película funciona, lo hace porque hay un buen trabajo de equipo. Y puedes tener allí a los nombres más importantes de la industria, o a los actores de moda, pero no te van a ayudar en nada si la película no funciona. Es algo que he visto una y otra vez y lo he comprobado con todas las grandes estrellas. Por eso me imaginé que si la película iba a funcionar, lo iba a hacer con un grupo que trabajara como equipo. Y si la película no iba a funcionar, no me importaban quiénes eran los que iban a estar en el elenco, porque el proyecto iba a fracasar. Vamos, algunas malas películas tienen suerte en la taquilla y también hay buenas películas que fracasan a la hora de vender entradas, por lo que el riesgo siempre está. Pero en lugar de usar grandes nombres pensé que era más inteligente poner a los actores que habían estado haciendo esta obra durante mucho tiempo. Nadie conoce a los actores que trabajan en los musicales de Broadway, pero van a verlos porque tienen buenas críticas y han escuchado de otros que la vieron que la experiencia de verla ha sido buena. Supuse que esa misma estrategia podía funcionar para la película.
¿Conoció a Frankie Valli en persona?
Sí, conocí a Frankie Valli hace mucho tiempo y después me lo encontré varias veces a lo largo de los años, pero a mí nunca me gustó demasiado esa era musical porque yo pertenezco a otra época. Sin embargo, sí me gustaban los Four Seasons. Creo que su música era muy superior y que Can't take my eyes off you, que es una de las canciones más conocidas de esa era, puede considerarse realmente como un clásico universal. Sus canciones eran muy energéticas y divertidas, y muy superiores a todo lo que había en esa época.
¿Pero usted no es un fanático del jazz?
A mí me gusta todo. Hace ya unos años hice Aventurero de medianoche, sobre un cantante country, y me he ocupado en muchas ocasiones de la música. Me encantaría tocar muchos otros géneros, por ejemplo disfrutaría mucho haciendo algo sobre música clásica, pero siempre que pueda encontrar las historias apropiadas. Me hubiese fascinado haber podido dirigir Amadeus, por ejemplo. Aunque es cierto, me gusta mucho más el jazz.
¿Qué recuerda particularmente de la década de los 60?
Que era una época en la que se estaban produciendo muchísimos cambios, pero en aquel entonces yo era un poquito lento, por lo que me perdí un montón de cosas. Mientras todo el mundo estaba experimentando con las drogas, yo me dedicaba a beber un vaso de cerveza. Y pensaba que eso era lo mejor que me podía pasar. En el terreno musical me dejaba llevar por lo que estaba de moda en aquellos tiempos. Me seguía gustando Charlie Parker y Lester Young, y también desarrollé una gran pasión por la música country, que poco a poco iba reemplazando a la vieja generación del pop, en los tiempos en que en una canción te contaban una historia y podías entender a la perfección de qué trataba la letra.
¿Fue una buena época para usted o fue muy estresante?
Fue una buena época. Estaba trabajando en Londres y en Roma. Había mucha actividad y uno podía llegar tan lejos como se lo propusiera. Fue un periodo muy interesante en el plano cultural, pero a nivel musical yo me crie en los cuarenta y cincuenta, particularmente en los cuarenta, cuando teníamos a esos grandes cantantes. Los hombres eran Sinatra, Nat King Cole, Billy Eckstine y las mujeres eran Ella Fitzgerald, Sarah Vaughn y Peggy Lee. Estábamos acostumbrados a las grandes voces. Por eso fue tan diferente cuando comenzaron a hacer música que podía ser cantada por tu vecino, en la que los cantantes bien podían ser los muchachitos que vivían en la casa de al lado en lugar de los profesionales de la voz que se paraban en el escenario para darte algo muy especial.
¿Está disfrutando de su nueva vida de soltero?
La verdad es que he estado trabajando tanto que no he tenido la oportunidad de prestarle atención a eso. He hecho dos películas, una detrás de otra. Acabo de terminar una sólo unos días atrás. Me mantengo activo y eso es lo que siempre he hecho. Lo he hecho desde Cuero crudo en 1959 y eso me ha ayudado a tener una carrera muy disfrutable.
En su orden de prioridades, ¿qué es lo más importante en la vida para usted?
Diría que la familia y los amigos, en ese orden,
pero también disfruto de trabajar, y he sido bendecido por las circunstancias y
la capacidad, o como le quieras llamar, de poder trabajar en lo que más me
gusta hacer. A medida que pasan los años aprendes a valorar más a la familia y
a los amigos que cuando eres más joven y sólo piensas en cómo salir adelante y
construir una carrera. He sido muy afortunado en haber podido hacer esto
durante varias décadas. Hace unos años conocí a Manoel de Oliveira, el director
portugués que sigue haciendo películas a los 105. Estuvimos hablando un rato y
me sorprendí de cuán interesado estaba él en muchos aspectos de la vida cuando
estaba muy cerca de cumplir los 100. Me impactó que constantemente estuviese
interesándose en cosas nuevas y que no se preocupase demasiado por su propia
suerte. No se la pasa sentado sintiendo pena de sí mismo por ser tan viejo.
Siempre está mirando hacia delante y buscando nuevos desafíos, lo cual me
pareció muy admirable.
A los 84 años, ¿es de levantarse muy temprano por
la mañana?
Para nada. Creo que dormir bien es muy importante.
Si alguna vez me levanto a las cuatro o las cinco de la mañana es porque hay
una razón muy importante para que lo haga, pero en líneas generales no sigo una
rutina determinada. Lo que me mantiene activo son las cosas que me interesan en
la vida y el proyecto en el que estoy trabajando. Y si no tengo nada que me
apasione, siempre me busco algo para hacer Mi secreto es no dejar que la vejez
se apodere de mí.
GABRIEL LERMAN | LOS ÁNGELES
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