Historia en Breve
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Conforme su visión empeora con la edad, también lo harán sus habilidades
cognitivas; las investigaciones han demostrado que el deterioro de la habilidad
visual a distancia se relaciona con una menor función cognitiva a lo largo del
tiempo
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Las personas que tenían peor visión cuando comenzó el estudio que duró 8
años también tuvieron puntajes más bajos en las pruebas de función cognitiva
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Posiblemente la falta de visión dificulte que las personas participen en
actividades que estimulan el cerebro, como hacer tejido de punto, crucigramas o
socializar con otras personas; también es posible que los cambios en la visión
puedan alterar su cerebro a nivel estructural
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Tanto el empeoramiento de la visión como el de la función cognitiva son
comunes entre las personas mayores, sin embargo, puede tomar el control de su
salud para que sus ojos y su mente permanezcan nítidos y funcionen de manera
óptima
Se dice que sus ojos son la ventana hacia su alma, pero también pueden
proporcionar una ventana única a su cerebro. De acuerdo con una investigación
publicada en JAMA Ophtalmology, conforme su visión vaya empeorando con la edad,
también lo harán sus capacidades cognitivas.
A la edad de 65 años, 1 de cada 3 personas padece algún tipo de
enfermedad ocular que reduce la visión, y en los Estados Unidos para el año
2030, alrededor de 70 millones de personas tendrán 65 años o más.1
Si bien es cierto que su vista disminuirá conforme vaya envejeciendo (un
estilo de vida saludable puede mantener la vista bien definida hasta la vejez),
cabe señalar que los cambios en la visión pueden correlacionarse con cambios en
el cerebro, ya sea como consecuencia indirecta de cambiar sus comportamientos
para acomodarlos o por un componente biológico que permanece ignoto.
Bajo el panorama actual, tanto el deterioro de la visión como el de la
función cognitiva son comunes entre las personas mayores, sin embargo, puede
tomar el control de su salud para que sus ojos y su mente permanezcan nítidos y
funcionen de manera óptima.
El deterioro visual se relaciona con una peor función cognitiva
Los investigadores de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad
de Miami monitorearon a 2 520 personas de los Estados Unidos durante 8 años.2 Al inicio del estudio se examinaron tanto su visión como su estado
cognitivo, y a lo largo del mismo se volvieron a examinar otras 4 veces.
Finalmente, se encontraron relaciones significativas entre ambos.
Por ejemplo, aquellos que tenían peor visión cuando comenzó el estudio
tenían puntajes más bajos en las pruebas de función cognitiva.
En promedio, la visión de los participantes disminuyó lo suficiente como
para perder la capacidad de leer una línea en una tabla optométrica, y se
descubrió que el deterioro de la habilidad visual a distancia se relaciona con
una menor función cognitiva a lo largo del tiempo.3
Los autores del estudio observaron que "la disminución de la visión
en adultos mayores puede estar relacionada negativamente con el funcionamiento
cognitivo futuro. Mantener una buena visión puede ser una estrategia de
intervención importante para mitigar deterioros cognitivos relacionadas con la
edad".4
En cuanto a por qué empeorar la visión puede empeorar la función
cerebral, posiblemente la mala visión dificulte que las personas participen en
actividades que estimulan el cerebro, como hacer tejido de punto, crucigramas o
socializar con otros.
También es posible que los cambios en la visión puedan alterar su
cerebro a nivel estructural,5 aunque esto necesita ser estudiado más a fondo. El estudio
respalda la investigación previa que también vincula la mala visión con la
cognición deficiente.
En un análisis de 2 conjuntos de datos de los Estados Unidos con
información de casi 3 000 personas de 60 años o más, la disfunción visual a
distancia se relacionó con una función cognitiva deficiente.6
Perder los otros sentidos, incluida la audición, también puede servir
como un precursor del deterioro cognitivo. En un estudio donde participaron
casi 2 000 adultos mayores, las personas con pérdida auditiva tenían un riesgo
24 % mayor de deterioro cognitivo en comparación con las personas con audición
normal,7 asimismo, su función cognitiva disminuyó hasta un 40 % más rápido.
En este caso, se sospecha un vínculo causal, tal vez porque se sabe que
la pérdida auditiva afecta los sistemas neuronales, como aquellos necesarios
para la comprensión del habla, lo que implica tanto la memoria funcional como
la velocidad de procesamiento de la información.8
La mala visión puede aumentar su riesgo de demencia, esto incluye la
enfermedad de Alzheimer
Incluso se ha encontrado que las personas con mala visión tienen un
riesgo 63 % mayor de desarrollar demencia,9 y no tratar la mala visión parece ser particularmente dañino.
En una investigación publicada en el American Journal of Epidemiology,
aquellos con visión deficiente que no consultaron a un oftalmólogo aumentaron
9.5 veces más su riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer, asimismo,
exhibieron un riesgo 5 veces mayor de sufrir problemas cognitivos (sin
demencia).
"La mala visión sin tratamiento se relaciona con el deterioro
cognitivo, sobre todo la enfermedad de Alzheimer", concluyeron los
investigadores, y agregaron que posiblemente "las alteraciones oculares
pueden ser precursoras – no consecuencias – del deterioro cognitivo".
Además, mientras rectificaban la importancia de que un profesional
abordara sus problemas de visión, los autores del estudio presentado sugirieron
que algunas sencillas medidas como actualizar su prescripción de anteojos o eliminar las cataratas podrían
darle un impulso a su salud cerebral.10
En cuanto al vínculo un tanto sorprendente entre la visión y el
Alzheimer, este podría estar relacionado con la acumulación de beta amiloide,
una de las características de la enfermedad de Alzheimer.
La formación posterior de la placa cerebral da pie una disminución
progresiva del funcionamiento cognitivo y social – y la investigación también
ha vinculado la deposición beta amiloide a la neurodegeneración en la retina.11
Se ha encontrado la beta amiloide en drusas retinianas (depósitos de proteína
grasa de color amarillo que se encuentran debajo de la retina ) que es un sello
distintivo de la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), la causa
más común de ceguera entre los ancianos.
La beta amiloide se ha relacionado con la progresión de la DMRE,12 mientras que la drusa periférica también se
ha relacionado con un mayor riesgo de Alzheimer.13 Incluso se ha sugerido que, al analizar la
presencia de amiloide en el ojo, uno puede predecir la acumulación de amiloide
en el cerebro con un alto grado de precisión.14
Sus ojos pueden ser una ventana hacia su salud cerebral
Además de la beta amiloide, otros marcadores visibles en sus ojos
también pueden ofrecer indicios sobre su salud cognitiva. Las enfermedades que
afectan a los vasos sanguíneos, las venas y las arterias han estado implicadas
desde hace tiempo en el deterioro cognitivo, y parece que esto puede extenderse
a la salud de los vasos sanguíneos de los ojos.
Las investigaciones que utilizaron datos a lo largo de 20 años e
involucraron a más de 12 000 participantes, revelaron que las personas con
retinopatía de moderada a grave, o daño a los vasos sanguíneos en la retina,
obtuvieron puntuaciones significativamente más bajas en las pruebas de función
cognitiva.15
La Dra. Rachel Bishop del National Eye Institute, que no participó en el
estudio, declaró para CNN:
"Si los vasos sanguíneos de la retina no tienen un buen estado de
salud, existen muchas razones para pensar que los vasos sanguíneos del cerebro
tampoco lo tienen...
El suministro de los vasos sanguíneos es fundamental para todas las
funciones, así como la de todos los órganos, y si los vasos sanguíneos no pueden
cumplir su función, no hay forma en la que el cerebro pueda funcionar igual de
bien que otro cerebro con un buen suministro".16
De hecho, examinarse
los ojos puede revelar mucho más que el estado de su visión. Un profesional
especializado que estudia exhaustivamente sus ojos o escucha de cerca los
cambios en su visión también puede detectar otras enfermedades, por ejemplo:17
Diabetes
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Esclerosis
Múltiple
|
Enfermedades
de transmisión sexual como clamidia, herpes, sífilis y VIH
|
Enfermedad
de la tiroides
|
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Cáncer
|
Antioxidantes para una visión y función cerebral saludables
Si experimenta cambios en su visión, debe consultar a un oftalmólogo u
oculista para que los revisen. Sin embargo, tenga en cuenta que su estilo de
vida desempeña un papel fundamental en su salud visual (y cerebral), y eso
incluye su alimentación.
En particular, los antioxidantes como la
luteína, zeaxantina y astaxantina son sus aliados para mantener su visión
nítida conforme va envejeciendo. La luteína y la zeaxantina, en particular, son
importantes porque se encuentran en sus ojos. De acuerdo con la Asociación
Americana de Optometría:18
"De los 600 carotenoides encontrados en la naturaleza, solo estos 2
se depositan en grandes cantidades en la retina (mácula) del ojo ... Muchos
estudios han demostrado que la luteína y la zeaxantina reducen el riesgo de
enfermedades oculares crónicas, lo que incluye DMRE y cataratas ...
Además de reducir el riesgo de enfermedades oculares, estudios
independientes han demostrado que la luteína y la zeaxantina mejoran el
rendimiento visual en pacientes con DMRE, con cataratas y con buena
salud".
Como un beneficio extra, se encontró que aquellos con niveles más altos
de luteína en la adultez tienen respuestas neuronales más joviales en
comparación con niveles más bajos, lo que sugiere que una alimentación rica en
luteína también puede mantener su función cognitiva nítida.19
La luteína y la zeaxantina se encuentran sobre todo en las yemas de
huevos orgánicos de gallinas camperas y en las verduras de hoja verde, con la
col rizada y las espinacas encabezando la lista de alimentos ricos en ambos
carotenoides.
También los encontrará en frutas y vegetales de color naranja y
amarillo. Otro buena estrategia es agregar a su alimentación bayas de color
azul oscuro o morado casi negro como las grosellas negras y arándanos negros, pues
contienen altas cantidades de antioxidantes antocianinas. La investigación
sugiere que el arándano negro, en particular, puede ser eficaz para prevenir
cataratas y DMRE.20
La astaxantina funciona para sus ojos y cerebro
La astaxantina es otro importante nutriente que se ha
convertido en el mejor carotenoide para la salud ocular y la prevención de la
ceguera. Las investigaciones han demostrado que atraviesa fácilmente los
tejidos oculares y ejerce sus efectos de manera segura y con más potencia que
cualquier otro carotenoide sin reacciones adversas.
Específicamente, se
ha demostrado que la astaxantina mejora o previene el daño inducido por la luz,
el daño de las células fotorreceptoras, el daño de las células ganglionares y
el daño a las neuronas de las capas internas de la retina. La astaxantina
brinda beneficios de protección contra diversos problemas relacionados con los
ojos, por ejemplo:
Degeneración
macular relacionada con la edad
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Cataratas
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Enfermedades
inflamatorias de los ojos como iritis, queratitis, retinitis y escleritis
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Edema
macular cistoidea
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Oclusión
arterial de la retina
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Oclusión
venosa
|
La astaxantina también ayuda a mantener la presión ocular, los niveles
de energía y la nitidez visual. El aceite de kril es una gran fuente de
astaxantina que viene con el beneficio extra de las grasas omega-3, que también
protege la visión saludable.
Las personas que consumen el mayor índice de grasas omega-3 de origen
animal tienen un riesgo 60 % menor de sufrir degeneración macular avanzada en
comparación con aquellos que consumen el menor índice.21
Para dosis más alta de astaxantina, un suplemento puede funcionar
adecuadamente. Si decide tomar astaxantina, le recomiendo comenzar con una
dosis de 4 miligramos (mg) por día y llegar a aproximadamente 8 mg por día – o
más en caso de padecer inflamación crónica.
Tomar su suplemento de astaxantina con una pequeña cantidad de grasa
saludable, como la mantequilla de vaca alimentada con pastura, aceite de coco,
aceite MCT o huevos, optimizará su absorción.
Al igual que con la luteína, la astaxantina tiene una doble función,
pues también protege su cerebro. Los investigadores descubrieron que tomar un
suplemento con un alto contenido de astaxantina (microalga) mejoró la función cognitiva en personas mayores que se
quejaban de olvidos relacionados con la edad.22
Otro estudio encontró que puede ayudar a prevenir la neurodegeneración
relacionada con el estrés oxidativo, así como a producir un “alimento para el
cerebro" muy potente y natural.23
Incluso se ha descubierto que reducen la acumulación de fosfolípidos
hidroperoxidasas (PLOOH, por sus siglas en inglés)24 – compuestos que pueden acumularse en los
glóbulos rojos de las personas que padecen demencia – y los científicos ahora
creen que la astaxantina podría ayudar a prevenir la demencia, lo cual incluye
al Alzheimer.
Cada vez es más
evidente que su salud visual y cerebral están intrincadamente relacionados, y
que alimentarse correctamente es una de las mejores maneras
para protegerlos del envejecimiento.
Fuentes y
Referencias
· 26 de Julio, 2018
Por el Dr. Mercola
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