📝HISTORIA
EN BREVE
- Los residuos plásticos, tanto grandes como
microscópicos, contaminan nuestros océanos y nuestro suministro de alimentos,
lo que provoca que lleguen a nuestros cuerpos y donde podrían acumularse
con el tiempo
- Los científicos encontraron microplásticos en
todo tipo de tejidos humanos, incluyendo en la placenta, el bazo, los
pulmones, el hígado, los riñones, el corazón, el cerebro y las heces. En
2022, científicos de Holanda también confirmaron la presencia de
microplásticos en la carne, leche y sangre de animales de granja, así como
en humanos
- Investigadores de Austria descubrieron que las
micropartículas de plástico llegaron al cerebro de ratones dos horas
después de beber agua contaminada con microplásticos. Una vez en el
cerebro, estas micropartículas de plástico podrían aumentar el riesgo de
inflamación, trastornos neurológicos o enfermedades neurodegenerativas como
el alzhéimer. Otra investigación demostró que podría provocar cambios de
comportamiento, similares a la demencia, en tan solo tres semanas
- Los microplásticos son tóxicos para las células.
Las investigaciones demuestran que las partículas de microplásticos
podrían ingresar a las células dentro de las 24 horas posteriores a la
exposición, luego se acumulan, en mayor parte, alrededor del núcleo de la
célula. A medida que aumentan los niveles de microplásticos y el tiempo de
exposición, la viabilidad de las células disminuye de forma significativa
- Científicos de China encontraron microplásticos en el tejido del corazón de 15 pacientes que se sometieron a una cirugía de corazón, y parte de este plástico podría haber sido introducido durante dicha cirugía
Vivimos en una
sociedad que desecha todo. La próxima vez que vaya al supermercado, observe la
gran cantidad de artículos que están empaquetados en plástico. El problema es
que la mayoría de estos plásticos derivados del petróleo duran para siempre.
Por lo tanto, tenemos productos para un consumo a corto plazo que están
empaquetados con materiales que duran siglos, lo que pone en peligro la vida
silvestre y la salud humana.
Los residuos
plásticos, tanto grandes como microscópicos, contaminan nuestros océanos y
nuestro suministro de alimentos, lo que provoca que lleguen a nuestros cuerpos
y donde podrían acumularse con el tiempo. En los últimos años, los científicos
encontraron microplásticos en todo tipo de tejidos humanos, incluyendo la placenta,1 los pulmones,
el bazo, el hígado, los riñones, el corazón, el cerebro2 y
las heces.
En 2022,
científicos de Holanda también confirmaron la presencia de microplásticos en la
carne, leche y sangre de animales de granja, así como en
humanos.3,4 En total, cerca del 80 % de la carne y de los
productos lácteos que fueron analizados, contenían microplásticos. Por
increíble que parezca, se descubrió que muchos fabricantes de piensos utilizan
productos alimenticios caducados para su elaboración, ¡con todo y los empaques
de plástico!
Los
microplásticos podrían ingresar con rapidez a su cerebro
En mayo de
2023, el periódico The Guardian publicó5 una
investigación que se realizó en Austria,6,7 la cual descubrió
que las micropartículas de plástico llegaron al cerebro de ratones dos horas
después de beber agua contaminada con microplásticos. Según The
Guardian:
"Con
ayuda de modelos informáticos para rastrear la dispersión de los plásticos, los
investigadores descubrieron que las partículas nanoplásticas, que tienen menos
de 0.001 milímetros y que no pueden verse a simple vista, podían llegar al
cerebro de los ratones a través de un 'mecanismo de transporte'" biológico
que no se conocía.
En
específico, estos diminutos plásticos se absorben en las moléculas de colesterol
en la superficie de la membrana del cerebro. Luego, una vez almacenados en sus
pequeños paquetes de lípidos, atraviesan la barrera hematoencefálica, una pared
de vasos sanguíneos y tejido que protege el cerebro de las toxinas y de otras
sustancias dañinas".
Los
investigadores señalaron que una vez en el cerebro, estas micropartículas de
plástico "podrían aumentar el riesgo de inflamación, trastornos
neurológicos o incluso enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el
párkinson", mientras que científicos de la Universidad de Rhode Island
confirmaron estas preocupaciones.
Los
microplásticos podrían provocar cambios de comportamiento similares a la
demencia
La
investigación, la cual se publicó en la edición de agosto de 2023 de la Revista
Internacional de Ciencias Moleculares,8 demostró que los
microplásticos podrían ingresar a muchas partes del cuerpo, incluyendo el
cerebro, y que podrían provocar cambios de comportamiento similares a la
demencia en tan solo tres semanas.
En esta
investigación, ratones jóvenes y viejos (de 4 y 21 meses) fueron expuestos
durante tres semanas a diferentes niveles de microplásticos en el agua que
bebían. Al final de las tres semanas se realizaron pruebas de comportamiento, y
se descubrió que la mayoría de los animales mostraban un comportamiento similar
a la demencia.
Estos cambios
fueron más drásticos en los animales más viejos, y los investigadores creen que
esto podría deberse a "una disfunción relacionada con la edad que altera
los efectos de los PS-MP [microplásticos de poliestireno] en el desempeño del
comportamiento". Jaime Ross, el investigador principal, calificó el
hallazgo como "sorprendente", ya que "no se trataba de dosis
altas de microplásticos". De acuerdo con lo que informó el periódico New
York Post:9
"Después
de diseccionar los animales, los investigadores descubrieron que las partículas
habían llegado a todos los órganos, incluyendo el cerebro, y a los desechos
corporales.
Debido a
que los microplásticos ingresaron al cuerpo por vía oral, se esperaba que se
encontraran en el tracto gastrointestinal, hígado y riñones, pero fue
sorprendente ver que llegaron a otros tejidos.
'Sin
embargo, encontrar microplásticos en tejidos como el corazón y pulmones,
sugiere que podrían llegar a más partes del cuerpo, incluso dentro de la
circulación sistémica', explicó Ross.
La
barrera hematoencefálica debería ser muy difícil de atravesar. Esta barrera
protege el cerebro contra virus y bacterias, sin embargo, estas partículas
lograron entrar. De hecho, se encontraron muy adentro del tejido del cerebro.
Los
expertos señalaron que el ingreso de los microplásticos al tejido del cerebro
podría disminuir la proteína ácida fibrilar glial [GFAP], la cual favorece los
procesos de las células en el cerebro.
'Una
reducción en los niveles de GFAP podría tener una relación con las primeras
etapas de algunas enfermedades neurodegenerativas, incluyendo el alzhéimer en
modelos animales, así como con la depresión', señaló Ross. 'Nos asombró mucho
ver que los microplásticos podían alterar la señalización de GFAP'".
Los
microplásticos podrían promover el desarrollo de enfermedades
neurodegenerativas
De acuerdo con
el artículo,10 la GFAP se encuentra en los astrocitos maduros
(células que se encuentran en el cerebro y la médula espinal), e influye en
procesos de las células, como la autofagia, la captación de neurotransmisores y
el desarrollo de astrocitos. La GFAP se utiliza con frecuencia como un marcador
de neuroinflamación.
Por extraño
que parezca, los niveles de GFAP fueron un poco más bajos en los ratones que
estuvieron expuestos a microplásticos, lo cual es inusual si la inflamación es
parte del problema.
Sin embargo,
los autores señalaron que estudios anteriores demostraron que "la
expresión de GFAP podría disminuir en las primeras etapas de algunas
enfermedades, como el alzhéimer, o en pacientes más jóvenes con trastornos como
la depresión mayor".
Dichos
estudios señalaron que "la patología y aparición temprana de la
enfermedad, podría determinarse por atrofia de los astrocitos (a diferencia de
la hipertrofia de los astrocitos más adelante), lo que podría ayudar a
disminuir la expresión de la GFAP".
Los
microplásticos son citotóxicos y podrían favorecer la inflamación
El artículo de
la Revista Internacional de Ciencias Moleculares,11 también
señaló que los microplásticos son citotóxicos, lo que significa que son tóxicos
para las células. Las investigaciones demuestran que las partículas de
microplásticos podrían ingresar a las células dentro de las 24 horas
posteriores a la exposición, luego se acumulan mayormente alrededor del núcleo
de la célula. A medida que aumentan los niveles de microplásticos y el tiempo
de exposición, la viabilidad de las células disminuye de forma significativa.
También se
encontraron cambios en los marcadores inmunológicos. Por ejemplo, la expresión
del factor de necrosis tumoral (TNF-a), que es una citocina inflamatoria, fue
dos veces mayor en el hígado de los ratones que estuvieron expuestos.
El
plástico degradado podría provocar una inflamación más grave
En otro estudio
reciente, los investigadores analizaron el efecto de los microplásticos
degradados en las células del cerebro humano, en comparación con el plástico
nuevo, y encontraron que los microplásticos degradados por la exposición
ambiental podrían provocar una inflamación más grave. El portal Science Alert
señaló lo siguiente:12
"Si
bien las investigaciones anteriores13 analizaron los efectos
que los plásticos nuevos tienen en nuestras células del cerebro, Hee-Yeon Kim,
biólogo del Instituto Daegu Gyeongbuk de Ciencia y Tecnología (DGIST), y sus
colegas lo hicieron con partículas de plástico degradado.
Observaron
de cerca cómo reaccionan las microglías, que son las células inmunes de nuestro
cerebro, a los microplásticos derivados del poliestireno degradado, en
comparación con los "vírgenes" de tamaño similar.
Alimentar
a los ratones con microplásticos degradados durante siete días, aumentó los
niveles de partículas que causan inflamación en la sangre. También presentaron
una mayor muerte de células en sus cerebros. Entonces, los investigadores
compararon los efectos de los trozos de poliestireno degradado en la microglía
humana cultivada en el laboratorio...
Kim y sus
colegas descubrieron que los microplásticos degradados podrían afectar a las
proteínas que influyen en la descomposición de los azúcares en energía, al
aumentar de 10 a 15 veces su expresión en las células microgliales. También
aumentaron en un factor de 5 las concentraciones de las proteínas que influyen
en la muerte de las células del cerebro.
El equipo
cree que esto podría estar relacionado con los cambios que sufren los
microplásticos cuando se exponen a la luz solar. El poliestireno absorbe la
radiación ultravioleta, lo que provoca que el plástico se vuelva más frágil y
se fragmente. Kim y su equipo descubrieron que el poliestireno degradado tenía
una mayor superficie y enlaces químicos modificados, dos cualidades que afectan
su reactividad.
Todo esto
genera una inflamación más fuerte de las células del cerebro, mucho mayor que
la que se produce por los microplásticos no degradados, los cuales se
analizaron en dosis equivalentes.
Sung-Kyun
Choi, biólogo del DGIST, señalo que determinamos por primera vez, que el
plástico que se filtra al medio ambiente sufre un proceso de degradación muy
rápido y que se convierte en microplásticos que podrían actuar como sustancias
neurotóxicas, lo que favorece la inflamación y la muerte de células en el
cerebro".
Esto podría
afectar de forma significativa la salud humana, ya que una parte importante de
los microplásticos que consumimos proviene de los alimentos. Los residuos
plásticos en los océanos se degradan a microplásticos por medio de la
fotosíntesis (exposición al sol), y esos trozos son consumidos por los peces
que luego llegan a nuestra mesa.
Los microplásticos
podrían acumularse en la sangre y el corazón
Científicos de
China encontraron microplásticos en el tejido del corazón de 15 pacientes,
quienes se sometieron a una cirugía de corazón.14 De acuerdo
con un comunicado de prensa:15
"…
investigadores de ACS Environmental Science & Technology, realizaron un
estudio piloto con personas que se sometieron a una cirugía de corazón, y
encontraron microplásticos en muchos tejidos del corazón. También encontraron
evidencia que sugiere que dichos microplásticos fueron introducidos de manera
inesperada durante la cirugía...
Los
investigadores recolectaron muestras de tejido del corazón de 15 personas
durante su cirugía, así como muestras de sangre antes y después de la operación
de la mitad de los participantes.
Después,
el equipo analizó las muestras a través de un sistema de imágenes
infrarrojas directas por láser, y encontraron partículas de 20 a 500
micrómetros de ancho de ocho tipos de plástico, incluyendo tereftalato de
polietileno, cloruro de polivinilo y poli (metacrilato de metilo).
Este
sistema identificó entre cientos y miles de piezas de microplásticos en la
mayoría de las muestras de tejido, aunque las cantidades y los materiales
fueron diferentes entre los participantes. Después de la cirugía, las
muestras de sangre también contenían partículas de plástico, las
cuales eran más pequeñas, pero de mayor variedad.
A pesar
de que el estudio se realizó con pocos participantes, los investigadores
afirman que se encontró evidencia preliminar de que varios tipos de
microplásticos podrían acumularse y permanecer en el corazón y en sus tejidos
internos.
Y
mencionan que los hallazgos demuestran cómo los procedimientos invasivos son
una vía de exposición a los microplásticos, la cual se pasa por alto, ya que
brindan acceso directo al torrente sanguíneo y a los tejidos internos".
El
periódico New York Post publicó el 12 de agosto de 2023, el
siguiente gráfico que demuestra dónde se encontraron las partículas de plástico
y sus posibles fuentes.16Si bien este estudio no especuló sobre cómo
el plástico podría favorecer las enfermedades cardíacas, si se toma en cuenta
su efecto en la inflamación y en la viabilidad de las células, es muy probable
que si sea un factor muy importante.
La exposición
al plástico está en aumento
A finales de
2020, una investigación de la World Wildlife Federation International, calculó
que una persona promedio podría consumir alrededor de 5 gramos de plástico en
una semana, que es la cantidad aproximada que se encuentra en una tarjeta de
crédito.17
Con el tiempo,
esta pequeña parte aumentará. De acuerdo con los cálculos del WWF,18una
persona consume cerca 21 gramos cada mes, o el equivalente a un bloque de Lego.
En un año, consume 250 gramos, lo suficiente como para llenar un plato.
Y en 10 años,
cerca de 5.5 libras (2.5 kg), lo que equivale a 40 libras (18 kg) a lo largo de
su vida. Aunque la mayoría de los microplásticos pasarán a través de su
organismo y se eliminarán a través de las heces, una parte se quedará y se
acumulará en sus órganos.
Cómo
reducir su exposición a los microplásticos
Si toma en
cuenta que gran parte de los microplásticos de su cuerpo provienen de los
alimentos y del agua, la mejor opción sería utilizar un filtro de agua de alta
calidad para su hogar y consumir carnes orgánicas de animales alimentados con
pastura, siempre que sea posible.
Evite las
carnes o productos de animales alimentados con pienso granulado, ya que podrían
contener microplásticos de empaques de alimentos procesados. También trate de
disminuir su consumo de plástico.
Por ejemplo,
utilice bolsas de tela reutilizables para la despensa, use su propia taza de
café, que no sea de plástico, cuando compre café para llevar, solicite en la
tintorería que no le pongan la cubierta de plástico a su ropa y use una cortina
de baño de tela en lugar de una de plástico. Esto ayudará a disminuir la
cantidad de plástico que termina en los tiraderos de basura y en el océano.
Lleve su agua
para beber en botellas de vidrio, en lugar de comprar agua embotellada, y
guarde sus alimentos en recipientes o frascos de vidrio, en lugar de bolsas de
plástico. Cuando vaya a un restaurante lleve su propio recipiente de
vidrio para las sobras. Hacer estos cambios ayudará a disminuir la cantidad
de plástico que podría ingresar a los alimentos. Y por favor, no olvide que
nunca debe calentar los alimentos en recipientes de plástico cuando utiliza el
microondas.
Estos son sólo
algunos consejos. El plástico se encuentra por todas partes y puede ser muy
difícil dejar de usarlo. Pero si pone atención a su alrededor, se dará cuenta
que es posible evitar el uso de plástico en muchas situaciones, y sustituirlo
por algo que no dañe el medio ambiente ni su salud.
Fuentes y Referencias
- 1 Environ
Int January 2021, 146: 106274
- 2 Particle
and Fibre Toxicology volume 17, Article number: 55 (2020)
- 3 Interesting
Engineering July 9, 2022
- 4 Plastic
Soup Foundation July 8, 2022
- 5 The
Guardian May 1, 2023 (Archived)
- 6 Nanomaterials
April 19, 2023; 13(8): 1404
- 7 Interesting
Engineering April 25, 2023
- 8, 11 International
Journal of Molecular Sciences August 1, 2023; 24(15): 12308
- 9 New
York Post August 29, 2023
- 10 International
Journal of Molecular Sciences August 1, 2023; 24(15): 12308. Section 3.
Discussion
- 12 Science
Alert August 20, 2023
- 13 Science
of the Total Environment February 10, 2022; 807, Part 2, 150817
- 14 Environmental
Science & Technology August 2023; 57(30): 10911-10918
- 15 ACS.org
Press Release August 9, 2023
- 16 New
York Post August 12, 2023
- 17, 18 New
York Post December 8, 2020
🩺Por el Dr. Mercola
25 SEPTIEMBRE 2023

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