Dios no mira si hacemos mucho o poco, sino con cuánto amor lo hacemos.
MADRE TERESA
La intuición es la fuente del conocimiento científico.
ARISTÓTELES
Se trata de un rápido y efectivo método científico que reduce el dolor y fomenta la sanación. Crea cambios inmediatos que pueden apreciarse y sentirse en el cuerpo. Es reproducible y aguantará cualquier examen preliminar o posterior llevado a cabo con rigor científico. La CC continúa operando mucho después de la sesión inicial, equilibrando y eliminando con suavidad bloqueos que impidan el bienestar físico y emocional. Alienta una conciencia curativa tanto en el iniciador como en el receptor del proceso. Por lo general, en las sesiones de CC está presente una sensación de paz y relajación.
La CC nos
despierta a nuestra conciencia interior. Cuando nos familiarizamos más con la
conciencia pura, nos sentimos mejor en todos los aspectos. Cuando estamos más
sanos y felices, lo natural es quererlo compartir con los demás. Pronto
aprenderemos el método de Curación Cuántica de curación instantánea. Así se
completará el ciclo. Habrás aprendido a dar lo que recibiste. O, con más
precisión, aprenderás a compartir lo que eres, pues resulta que la gente con la
que compartes tu conciencia también es conciencia pura. No harás más que
despertarla a su naturaleza básica. Me gustaría explicar aquí este fascinante
concepto, pero se trata de un viaje que nos llevaría mucho más allá de los confines
de este libro. Si deseas saber más acerca de tu naturaleza básica interior en
lo relativo a salud, relaciones y felicidad, te recomiendo que te hagas con un
ejemplar de Beyond Happiness: How You Can
Fulfill Your Deepest Desire, escrito por mí, es de lectura muy interesante,
aunque sea yo mismo el que lo diga. Pero bueno, volvamos a lo nuestro y dejemos
atrás la publicidad.
La Curación Cuántica nos despierta
a nuestra conciencia interior..
La conciencia
pura, como no tardaremos en descubrir, es un potente regenerador de todo lo que
se estropea. Síntomas como dolor, confusión y depresión nos muestran que algo
anda mal. Los síntomas son indicadores que señalan hacia un desarreglo en el
cuerpo-mente. Tanto si se trata de una pierna rota como de un corazón roto, el
desorden es contrario a un cuerpo- mente que funciones con suavidad, sea
productivo y cariñoso.
La salud es
orden. Cuanto más orden reflejamos más sanos estamos. Cuando la salud empieza a
venirse abajo disponemos de una plétora de medicamentos y terapias destinados a
restablecer ese orden en nuestro cuerpo-mente.
Podemos
simplificar la cuestión de la salud considerándola desde un punto de vista
vibratorio. Una vibración, u onda, es la más simple expresión de la energía.
Las estrellas y las ranas, los ángeles y los yunques no son más que
conglomerados de ondas energéticas que se combinan para crear esas formas.
La conciencia pura es un potente
regenerador de todo lo que se estropea. La salud es orden. Cuanto más orden reflejamos
más sanos estamos.
Podemos
considerar nuestros órganos y tejidos, pensamientos y emociones como haces
individuales de vibraciones que operan por simpatía para crear un cuerpo-mente
sano. Cuando las vibraciones pierden sincronía, decimos que existe un trastorno
o enfermedad, e intentamos curarlo. La mayoría de las curaciones se logran
introduciendo vibraciones ordenadas que neutralizan las desordenadas. Por
ejemplo, la vibración herbal de la corteza del sauce blanco neutraliza la
vibración inflamatoria de un dolor de cabeza.
El proceso de
reforzar o debilitar vibraciones se denomina interferencia. Creo que la manera
más sencilla de comprenderlo es la siguiente: la amplitud es la parte vertical
de una onda, lo alta que es. Si se juntan dos ondas de la misma amplitud se
acaba teniendo una onda grande con el doble de amplitud que la original (figura 4). Eso se llama interferencia
constructiva. Lo opuesto también es cierto. Si se unen dos ondas de amplitud
exactamente opuesta, se cancelan entra sí y acabamos con una amplitud cero. Eso
se denomina interferencia destructiva.
Pero no dejes que
esta jerga de interferencia constructiva-destructiva te extravíe. Acércate a la
orilla del mar y observa el ir y venir de las olas, y verás ese principio
puesto en práctica. Al observar, no tardarás en ver que una ola más rápida
sobrepasará a otra más lenta que tenga por delante. Ambas se fundirán y
conformarán una única ola, más fuerte. El impulso de la más grande y rápida la
empuja hacia la playa más rápidamente que a las otras olas, mojándose las
puntas de tus tenis recién estrenados. Eso es interferencia constructiva.
Figura 4: Interferencia de onda
Mientras esa ola
alcanza la playa, sumergiéndose los pies hasta los tobillos en una charca de
agua de mar arenosa, mientras sueltas unos cuantos tacos entre dientes
apretados, y las madres enloquecidas playa arriba y abajo intentando taparles
los oídos a sus hijos, resulta que se encuentra a otra ola que llega. La fuerza
de la ola saliente reduce la fuerza de la entrante, que pierde tamaño e
impulso, por lo que no llega donde tú te encuentras. Pero ya no te fijas porque
estás llegando donde dejaste el coche, mascullando y tratando de sacudirte con
cada paso el agua de tus tenis. La pérdida de impulso de la segunda ola es un
ejemplo de interferencia destructiva.
Los sistemas de
sanación tradicionales como la medicina, la acupuntura, la terapia corporal y
los procedimientos energéticos sutiles funcionan restableciendo el orden
vibratorio. Cuanto más se sintoniza el tratamiento vibratorio con la vibración
de la salud, más completa es la curación. A veces, sin embargo, el desorden
puede en realidad haber sido creado por el tratamiento. Si éste sólo encaja
parcialmente con la curación, como en el caso de la mayoría de los medicamentos
que sólo se venden con receta, aparecen efectos secundarios. Por lo general, el
sistema curativo funciona mejor al trabajar únicamente como ondas y
vibraciones, que crean menos efectos secundarios. Y eso nos remite a la
cuestión de la conciencia pura.
La conciencia
pura nos es una vibración, sino el origen de la vibración. Es el orden y
energía potenciales que subyacen tras toda forma. En teoría, si pudiéramos insuflar
conciencia pura en un sistema desordenado, el resultado sería un orden perfecto
sin efectos secundarios. ¡Pues resulta que es posible! A ese sistema lo llamamos
Curación Cuántica.
Todo sistema,
método o procedimiento curativo tiene por objeto proporcionar dirección, apoyo
y orientación al practicante frente a posibles obstáculos que pudieran
impedirle tener éxito en la tarea que realiza. Creemos erróneamente que el procedimiento
es el responsable del éxito.
¡Pero no es así!
La conciencia pura no es una vibración,
sino el origen de la vibración. Es el orden y energía potenciales que subyacen tras
toda forma.
Voy a revelarte
otro secreto. En esta ocasión es gratis. El que realiza la curación no es el
procedimiento curativo, sino la conciencia. Así es, la conciencia es el
ingrediente mágico en todo empeño que quiera tener éxito. No importa si lo que
haces es lavar el coche, trabajar en un problema de trigonometría o cortarte
las uñas de los pies: la conciencia será siempre el ingrediente principal. No
tienes más que comprobarlo y cortarte las uñas de los pies sin utilizarla. El
panorama resulta desolador.
El que realiza la curación no
es el procedimiento curativo, sino la conciencia.
Tu conciencia es
quien insufla vida en aquello que haces. La técnica, por sí misma está muerta.
La conciencia es el tren mientras que el procedimiento son las vías. Sin
conciencia no hay movimiento. Sin conciencia nada se logra. Por ello es que
puedes tomar una de las miles de formas de curación que existen y ponerte bien
de todos modos. El proceso de la Curación Cuántica, pone el énfasis en la
conciencia, no en el procedimiento. Como pronto experimentarás, la técnica en
realidad no implica apenas esfuerzo alguno. De hecho, en realidad la CC empieza
a funcionar cuando el proceso se detiene. Así es, cuando toda la estructura de
la técnica de la CC se derrumba en la conciencia pura es cuando tiene lugar la
curación. Como ves, el proceso de CC no es una técnica curativa, es el proceso
de ser consciente de la conciencia pura. De hecho, la curación es un efecto
secundario de ser consciente. Ello significa también que tú no eres el sanador,
lo es la conciencia pura. Esta importante distinción se hará más evidente cuando
comiences a practicar la Curación Cuántica.
Quien realiza la curación no es
proceso curativo sino la conciencia.
Ello trae a
colación una cuestión vital que debe siempre ser tenida en cuenta. Si no eres
el sanador, no puedes atribuirte el mérito de ninguna curación llevada a cabo.
Estás liberado de esa responsabilidad, eres libre de esa carga.
Digamos que se te
pide que ayudes a aliviar una rodilla muy dolorida. No tienes por qué saber si
la rodilla es artrítica, si se trata de un ligamento o de cualquier otra cosa
parecida. No debes diagnosticar el problema. El orden infinito de la conciencia
lo hará en tu lugar. No necesitas saber nada de la rodilla, sólo lo que quiere
su propietario, que es este caso, es eliminar el dolor.
Únicamente has de
iniciar el proceso de la Curación Cuántica y de todo el resto se ocuparan en tu
lugar. En realidad no es tu lugar, sino por la persona que padece el dolor.
Aparte del procedimiento inicial, no hay nada que debas hacer.
Antes de una
sesión de CC, que puede durar entre quince segundos y varios minutos, deberás
aprender a realizar una simple exploración para observar objetivamente la
intensidad del dolor, la inflamación y otros síntomas. Después de la sesión
realizarás la misma exploración, observando hasta qué punto se han aliviado
esos síntomas. Como no estuviste implicado en la curación de la rodilla, no
deberías tener un interés personal sobre cómo o hasta qué grado ha tenido lugar
la curación. Eso te salva psicológicamente de salir malparado y le pone un
bozal a tu ego. También permite que florezca totalmente la compasión y la
alegría de ser humano. No está nada mal para unos pocos minutos de trabajo,
¿verdad?
Únicamente has de iniciar el proceso
de la Curación Cuántica y de todo el resto se ocuparán en lugar.
La Curación
Cuántica es simplemente un proceso que permite que la conciencia se expanda en
la conciencia pura con propósitos curativos. Una vez que el iniciador del
proceso de CC se da cuenta de la conciencia pura, la curación sucede
instantáneamente. No obstante, aunque los elementos discordantes de cualquier enfermedad
o estado se integren en un instante, los resultados tardarán algún tiempo en
manifestarse por completo. La Curación Cuántica continuará operando durante
mucho tiempo después de finalizar la sesión. Ésa es otra razón por la que no beberías
preocuparte demasiado de los resultados iniciales. Digamos que la rodilla
dolorida mejoró un 80% tras la primera sesión de CC. Dos minutos más tarde podría
haber mejorado un 90% y dos días después tal vez desaparezca totalmente el
dolor.
Una vez que el iniciador del proceso
de CC se hace consciente de la conciencia pura, la curación sucede
instantáneamente.
Así que todo lo
que suceda será para bien. Es imposible perjudicar. El antiguo principio rector
del sanador «Por encima de todo, no perjudicar», no es aplicable a la CC por
dos razones: no estás curando y además la conciencia pura no puede hacer daño.
Pero tampoco es que
quedes abandonado. La belleza del experimento de la Curación Cuántica es que
cura tanto al compañero como al iniciador (nota: me refiero a la persona que
recibe la CC como al «compañero» y a quien la lleva a cabo como el
«iniciador»). Gracias al proceso de CC, el iniciador se desliza fácilmente en
un sublime estado de conciencia pura y a continuación permite que la perfecta
armonía de este estado sutil recree o reorganice la materia, ya sin desorden.
Cuando se lleva a cabo de manera asidua, ese estado de conciencia interior
empieza a sentirse externamente, organizando y curando todos nuestros
pensamientos, palabras y actos. La experiencia es pacífica, edificante e
inspiradora.
En los siguientes
párrafos compararé y contrastaré de manera general la Curación Cuántica con
otros sistemas curativos. Es para que lo comprendas. Por favor, no
malinterpretes mis intenciones. No intento hacer comentarios acerca del valor
de esos métodos, ya que todos los métodos curativos son muy valiosos y
necesarios. No hay más que preguntar a los millones de seres cuya calidad de
vida mejora a diario gracias a su uso. Me estoy refiriendo a una visión global
de la salud, que va más allá del cuerpo y la mente para incluir todos los
aspectos de interacción humana. Qué cierto es que estamos limitados por cadenas
conceptuales que atan nuestras mentes y debilitan nuestros cuerpos.
La belleza de experimentar la
Curación Cuántica es que cura al compañero como al iniciador.
Tal vez sólo
quieras utilizar la Curación Cuántica para sanar un dolor físico o emocional.
Está muy bien. No obstante, es algo más que un método para curar el cuerpo y la
mente. La Curación Cuántica fluye fácilmente hacia el exterior para curar y
enriquecer todos los empeños humanos y más allá. Y sucede automáticamente.
Cuando se aplica asiduamente la CC, los ángulos afilados y las superficies
duras de la vida se suavizan. El resultado es que vemos la vida como
sustentadora, como una madre universal que protege, enseña y acaba
satisfaciendo todas nuestras necesidades. Eso sucede rápidamente cuando nos elevamos
de nuestro sopor para recibir el nuevo día con una sensación de alegría y
asombro. La Curación Cuántica es el primer objeto de que sale el baúl de los
juguetes, y el último que volverá a él.
No obstante, es algo más que un
método para curar el cuerpo y la mente. La Curación Cuántica fluye fácilmente hacia
el exterior para curar y enriquecer todos los empeños humanos.
Cuando jugamos
diariamente con la CC, nuestras enfermedades particulares empiezan a curarse
solas. Nuestra sanación se acelera. Comenzamos a depender cada vez menos de
modalidades externas y nos interiorizamos con más facilidad para devenir
cariñosos testigos de la vida según se manifiesta ésta a través de nosotros. Al
igual que una bola de nieve rodando pendiente abajo, reunimos para nosotros la
totalidad de la vida, aumentando el impulso de salud y vitalidad.
Pero no soy
ningún purista y no creo que tú tampoco debas serlo. La Curación Cuántica tiene
el potencial, y subrayo la palabra potencial, de ser la panacea para todo tipo
de problemas. Te sorprenderás a ti mismo a diario llevando a cabo pequeños
milagros. Esta experiencia alterará los cimientos sobre los que percibes este
mundo. ¿Me estoy refiriendo a aprovechar la fuente creativa de todo el cosmos?
Te desafío a que lo hagas y a que mantengas la actitud de siempre.
Te sorprenderás a ti mismo a diario
llevando a cabo pequeños milagros.
Lo que distingue
a la CC es que no se basa en medicamentos, modalidades ni actitudes mentales.
Allí donde un sistema de salud tradicional utiliza la estructura, la CC busca
disolverla. La disolución ordenada de estructuras abre la mente del practicante
a la conciencia pura, que a su vez añade orden a la estructura.
Todos los métodos
de sanación son valiosos. Ese valor aumenta al incrementarse la conciencia del
practicante. La CC, como cualquier otra forma de sanación, está limitada por la
mente del practicante. En un mundo ideal, sería todo lo que necesitaríamos para
asegurarnos una salud y armonía perfectas en el cuerpo, la mente, las
relaciones, el trabajo, la búsqueda espiritual, la educación y la diversión.
Sí, la CC, restaura la armonía en todas esas áreas. El problema es que, al
igual que todos los procedimientos curativos, está condicionada por las
limitaciones del practicante. Lo bueno es que la práctica de la Curación
Cuántica elimina precisamente esas limitaciones. En pocas palabras, cuanto más
la practicas, más divertida y satisfactoria será tu vida. Ahora volvamos a
poner atención en sus entresijos.
La Curación
Cuántica no es un procedimiento energético sutil. No emplea interferencias de
ondas ni intenta de manera alguna neutralizar energías aborrecibles mediante
hierbas o medicamentos, trabajo corporal o manipulación, energías radiadas,
energías sutiles ni ninguna otra modalidad. La Curación Cuántica, es única a
este respecto y ahora veremos cuál es la razón.
El problema es que la Curación
Cuántica al igual que todos los procedimientos curativos, está condicionada por
las limitaciones del practicante. Lo bueno es que su práctica elimina precisamente
esas limitaciones.
Cualquier sistema
curativo importante, sea de medicina tradicional, de energías sutiles o
cualquier otro entre ambos extremos, requiere de un estudio y una práctica rigurosos
bajo la orientación de un practicante cualificado a fin de aplicarlo con seguridad
y eficacia. Lo más probable es que los sistemas evolucionarán a lo largo de
muchos años de pruebas y tanteos antes de que se aceptasen como vitales. La
mayoría de ellos siguen evolucionando. Son tanto arte como ciencia, y los
resultados varían dependiendo de la capacidad del practicante. Todo este
cuidado y atención a los detalles son necesarios porque esos sistemas pueden
perjudicar si no se aplican correctamente. O, como poco, pueden resultar
ineficaces.
Nada de todo esto
es aplicable a la Curación Cuántica. Por una sencilla razón: porque en realidad
el iniciador no hace nada. Sólo permite que la conciencia pura haga toda la
labor. Recuerda, la conciencia pura es orden perfecto. Si hay algo que parece
desordenado, ella lo arreglará. Sólo necesitamos al iniciador para que prepare
el terreno, Lo prepara todo y luego desaparece. Es entonces cuando la
conciencia pura disuelve la disonancia y la reajusta en un orden perfecto
mientras el iniciador observa en un arrebato de gozo.
¿Cuesta mucho
aprender la Curación Cuántica? Es tan fácil como pensar. Su práctica no requiere
de capacidades especiales y puede aprenderse con rapidez. De hecho, cuesta más
leer sobre ella que practicarla. Así que si estás leyendo este libro, no cabe
duda de que la podrás aprender y aplicar. Experimentarás en ti mismo los
fenomenales efectos curativos de la conciencia pura.
¿Para qué es
buena la Curación Cuántica? Si puedes pensar en algo, eso significa que la CC
puede arreglarlo. Puede arreglarlo pero eso no implica que vaya a hacerlo. Lo
hecho por la conciencia pura, que resulta ser todo, lo puede arreglar la
conciencia pura. Eso tiene sentido, ¿no? La cuestión es que ella es la que
arregla las cosas, no nosotros. No se ve obstaculizada por nuestras
necesidades, aspiraciones, prejuicios, esperanzas, temores, objetivos o
fracasos personales, ni por nada que nos dé vueltas por el cerebro. Nosotros,
los seres humanos, percibimos un pedacito increíblemente pequeño de lo que es,
ha sido o será. Nuestro problema es que creemos saber bastante bien qué es lo
que hay que hacer en cualquier situación dad. La verdad es que no tenemos ni
idea. En cualquier momento dado, nuestro mundo es un océano hirviente de cusas
y efectos. Toda causa actual es el resultado de infinitos actos
interrelacionados que se remontan a incontables eones, a ese primer y suave
pensamiento que engendró el origen de la creación. ¿Cómo es posible conocer las
semillas primigenias que originaron el pensamiento que tuvimos en este preciso
momento? ¿Sabes qué es lo que hace que tengas ese pensamiento, o el anterior a
ése?
De hecho, cuenta más leer sobre
CC que practicarla. Si puedes pensar en algo, eso significa que la CC puede arreglarlo.
¿Tanto cuesta
imaginar que no somos tan dueños de nuestro propio destino como imaginábamos?
Piensa en alguien que lleve soltero toda la vida y que, de joven, saliera hacia
la tienda un minuto más tarde porque no encontraba las llaves del coche. Llegó a
la tienda un minuto más tarde y así se perdió el poder conocer a la única mujer
a la que podía haber amado. Un minuto, un segundo puede cambiar toda una vida.
Todos hemos especulado en alguna ocasión acerca de lo diferente que podría haber
sido nuestra vida si hubiéramos comprado un décimo de lotería más o si no
hubiéramos contrariado los deseos de nuestros padres y no hubiésemos acabado
siendo mimos callejeros. ¿No están todos los minutos de nuestras vidas llenos
de fuerzas más allá de nuestro control y que pueden alterar por completo
nuestro futuro?
Hagamos una pausa
y juguemos con una abstracción, ¿vale? Expandir los límites de nuestras mentes
siempre está bien y resulta útil en particular cuando exploramos nuevos
paradigmas curativos. Al menos le proporcionamos a la mente algo con lo que
entretenerse. Al igual que una semilla, puede brotar y germinar, convirtiéndose
en algo útil y, en última instancia, magnífico.
Nuestro mundo es un océano hirviente
de causas y efectos. Un minuto, un segundo puede cambiar toda una vida.
La física
cuántica ha expuesto varias teorías acerca de los universos múltiples. Una cosa
con la que estoy de acuerdo es que todos nosotros contamos con un número
infinito de vidas. Que el tiempo no fluye no es sólo teoría, sino un hecho
matemático. No existe tal y como solemos considerarlo. Nuestras mentes crean la
secuencia que identificamos como tiempo. Dicho de otra manera, el tiempo es una
creación humana que no existe fuera de nuestras mentes. Nuestra conciencia
limitada es la que nos confina a un tiempo y una vida.
El tiempo es una creación humana
que no existe fuera de nuestras mentes.
Es muy posible
que existas en una vida paralela tal y como eres, con la excepción de un
pequeño cambio. Por ejemplo, en una vida pudieras padecer artritis en los dedos,
en otra sufrirla en los dedos y las rodillas, y en unatercera no tener nada de
nada. Piensa en ello, en infinitas expresiones de ti mismo existiendo en
paralelo. ¿A que sería alucinante que pudieras trasladarte conscientemente de
una vida a la otra? Tu experiencia vital se dilataría de una forma infinita,
únicamente limitada por tu conciencia. Y ahora llegamos a lo más interesante.
¿Qué es lo que
conecta a todos esos múltiples universos? Si cada una de tus vidas fuese una perla
de un collar, ¿qué sería el hilo que las atraviesa y las une? El hilo
unificador de los universos múltiples es el todo ilimitado de Bohm, el orden
implicado de conciencia pura. Ésta es el portal a cada una de tus vidas. Puede que
sea así como opera la Curación Cuántica, trasladando tu conciencia a través del
portal de la conciencia pura a una vida paralela. Si padeces artritis en esta
vida, te sumerges desenvueltamente en conciencia pura y regresas liberado de
esa dolencia en otra existencia.
Eso me recuerda uno
de los libros de las Crónicas de Narnia escritos por C.S. Lewis, en el que sus
personajes podían sumergirse en un estanque en Inglaterra y aparecer en el
mundo de Narnia. Da la impresión de que Lewis intuyó lo que en física cuántica
se denomina universos múltiples.
Me gustaría que
lo considerases como un CD de música. Cada pista de la superficie del disco
representaría una vida. El rayo láser que lee la información barre el CD
liberando la música de cada vida encerrada en esas pistas. El láser es como
nuestra conciencia barriendo la pista que llamamos nuestra vida presente.
Nuestra conciencia pasa del nacimiento a la muerte. Pero recuerda que en el
tiempo no existe movimiento. Esto es un hecho. El tiempo es una ilusión creada
por nuestra mente consciente. Todas nuestras vidas existen simultáneamente,
igual que todas las pistas existen el mismo tiempo en el CD. Ahora bien, ¿y qué
ocurriría si, en lugar del láser moviéndose de manera predecible de una pista a
la siguiente, pudiéramos saltar a una pista paralela? Podríamos empezar a
oírla, ¿no es así? La curación instantánea de cualquier enfermedad parece cosa
de magia hasta que te das cuenta de que no haces más que sumergirte en la
conciencia pura en una vida y emerger en otra, liberado de esa enfermedad
limitadora.
Menciono esto por
una muy buena razón. Las maravillas que podemos realizar están únicamente
limitadas por nuestra conciencia. Todos somos limitados. Es algo inevitable.
Pero sabiendo lo que ahora sabemos podemos empezar a deshacernos de las cadenas
que atan nuestra conciencia y empezar a vivir más allá de nuestras actuales
limitaciones. ¿Podría ser que curar nuestra artritis fuera algo tan sencillo
como alternar pistas en un CD? Sí, si sabes cómo hacerlo y tu mente te lo
permite- En el sencillo proceso de la Curación Cuántica está engrando el
mecanismo de la creación, y la capacidad de abrir nuestra conciencia a las
infinitas posibilidades que la creación nos ofrece.
Las maravillas que podemos realizar
están únicamente limitadas por nuestra conciencia.
Pero bueno, está
muy bien jugar un rato con la teoría, que además tiene el potencial de expandir
nuestras mentes más allá de sus presentes parámetros. Pero el hecho es que la
Curación Cuántica funciona tanto con teoría como sin ella, funciona tanto si
crees en ella como si no. Opera incluso cuando no comprendes cómo opera. Un
niño puede realizar la CC con perfecta inocencia. De hecho, no funciona sin
ella.
No es posible
crear este cambio en la conciencia pura sanadora a través de una enorme fuerza
de voluntad. Basta con que situemos nuestra inocente intención en el océano de
la conciencia pura. Dónde conducen las corrientes de armonía y sanación es algo
que está más allá de nuestra influencia. Podemos albergar el deseo de curar a
alguien, pero ese deseo procede de nuestras limitaciones, anegadas en las
sempiternas turbulencias del océano de la mente. Pudiera ser un deseo altruista
nacido de la compasión por un ser que sufre. Pero no hay manera de que podamos
saber cómo apoyará ese deseo el plan de acción cósmico. Desconocemos el
complicado e intrincado curso de acontecimientos que ha llevado a esa
discordancia aparente. Tampoco podemos saber de qué manera elegirá volver a
expresar armonía. Cuando se lleva a cabo la Curación Cuántica siempre tiene
lugar un cambio de estado. Es posible que una única sesión de CC pueda poner en
movimiento fuerzas que reverberen a través del universo antes de que se realice
dicha armonía. Como iniciadores, todo lo que podemos hacer es expresar nuestro
deseo de hacerlo bien. El resultado, en cualquiera de las formas que pudiera
tomar, será una expresión natural y perfecta de la conciencia pura. Solo hemos
de aceptar lo que vemos con el conocimiento de que no nos es posible saber qué
fuerzas están operando o cuándo se manifestarán.
Un niño puede realizar la CC con
perfecta inocencia. De hecho, no funciona sin ella.
En una ocasión
tuve una paciente que me pidió que la ayudase con varios problemas a la vez.
Tenía jaqueca sinusítica, espasmo del músculo trapezoide a causa de su trabajo
y además llevaba seis semanas anémica debido a complicaciones premenopáusicas.
Había iniciado el proceso de la CC hacía unos minutos cuando noté una ligera
indicación de que su cuerpo había recibido la influencia organizativa de la
conciencia pura. Cuando le pregunté cómo se sentía dijo que exactamente igual que
antes de la sesión. Le comuniqué que el proceso había sido un éxito y que por
el momento no podía hacer nada más por ella. Me di cuenta de la desilusión que
se dibujó en su rostro al disponerse a marcharse. Sin embargo, alrededor de una
hora más tarde recibí una excitada llamada telefónica suya. Me contó que mientras
conducía de vuelta a su casa, se abrieron repentinamente las compuertas de sus
senos nasales, y que casi hubo de detener el coche para ocuparse de ellos,
ahora totalmente abiertos y fluidos. Me dijo que después de llevar en casa unos
veinte minutos se le relajaron los hombros, y que se sentía ligera y aliviada.
La felicité y agradecí que se hubiese tomado la molestia de ponerme al corriente
de su estado. Volvió a llamar a la mañana siguiente, en esta ocasión todavía más
agitada, para comunicarme que se había liberado por completo de todos los
síntomas premenopáusicos.
Es posible que una única sesión
de CC pueda poner en movimiento fuerzas que reverberen a través del universo.
En el momento en
que se la aplicó, esta paciente no mostró ninguna indicación externa que
demostrase que había funcionado. Yo sólo fui consciente de un ligero cambio en
un único músculo de la región dorsal de la espalda. No sabía qué tipo de alivio
cabía esperar –en caso de
que tuviese alguno- Me salvó el hecho de no ser más que un espectador del
proceso. Inicié la Curación Cuántica y me aparté del camino. Me alegré muchísimo
del alivio de sus síntomas, no porque yo hiciese algo, sino por otra razón.
Cada vez que tiene lugar una curación de esta manera es un testimonio de que la
vida es más vasta de lo que creemos y más generosa de lo que imaginamos. Cuando
inicio el proceso de CC, entro en contacto con algo que es más grande que yo y
a lo que denomino mi Ser. Experimento una emoción que no es esperanza, en
serio, sino un saber que todo está bien en mi mundo. Yo no realizo la CC sólo
para que mi vida sea mejor. Lo hago para recordarme que la perfección ya
existe, para crear ondas en el estanque de la inmortalidad y observarlas lamer
juguetonamente las vidas de mis compañeros de viaje en este pedacito
infinitesimalmente pequeño del universo.
(Este artículo es
tomado del libro La Curación Cuántica de Frank Kinslow)


No hay comentarios.:
Publicar un comentario