HISTORIA
EN BREVE
- Según los datos que se recopilaron del 2000 al
2016, cada vez hay más casos de infarto en personas de 50 años para abajo.
A diferencia de las personas de edad avanzada, las personas menores de 40
años tenían una tasa menor de hipertensión, pero a largo plazo, los
resultados fueron casi los mismos
- En 2023, un artículo que se publicó en National
Geographic (que no entra en la literatura médica) comparó el número
creciente de muertes de deportistas por paro cardíaco con el número
creciente de infartos en adultos jóvenes por una falta de suministro de
oxígeno al músculo cardíaco
- El Dr. Peter McCullough, experto en cardiología,
dijo que los casos de muerte cardíaca en personas con miocarditis podrían
relacionarse con el incremento en los niveles de adrenalina. La oleada de
adrenalina se produce en dos momentos, el primero es entre las 3 a.m. y 6
a.m., lo que coincide con muchos casos de personas que murieron mientras
dormían, y el segundo es durante el ejercicio
- En enero de 2023, solo unos días después de que
Damar Hamlin sufriera un paro cardíaco en el campo de fútbol, el Dr. Peter
McCullough dio una entrevista en la que habló sobre el creciente número de
atletas de élite con buena condición física que sufrieron un paro cardíaco
durante sus entrenamientos o partidos
- Antes de que comenzarán a aplicar las vacunas antiCOVID, las "Big Ten" (principales universidades de los Estados Unidos) tenían un programa muy estricto para la miocarditis, pero lo suspendieron y jamás lo reanudaron, esto a pesar de que las agencias reguladoras declararon de forma pública que la miocarditis en hombres jóvenes es una de las reacciones adversas más comunes de la vacuna (que se volvió obligatoria para todos los atletas) y de hecho, antes de la pandemia, estaba prohibido que una persona con miocarditis jugara en estas instancias
Ahora, los
datos1 revelan que hay un creciente número de casos de infarto,
sobre todo entre personas menores de 50 años. Pero, al parecer, esta tendencia
comenzó antes de COVID-19.
Su corazón es
del tamaño de su puño y late unas 100 000 veces al día, y este pequeño músculo
bombea alrededor de cuatro litros de sangre a través de su sistema
circulatorio. El corazón se compone de tres capas: el endocardio, que es una
capa delgada que recubre las cuatro cámaras; el pericardio, que es una capa
fina que rodea al corazón y el miocardio, que es el músculo que bombea la
sangre.
Pero eso no es
todo, también tiene un sistema eléctrico único que se encarga de estimular los
latidos. Todos estos factores, junto con otros, trabajan de forma sinérgica
para que su cuerpo reciba el oxígeno y los nutrientes que necesita. Cuando todo
este sistema deja de funcionar de forma correcta, se le conoce como enfermedad
cardíaca, que es la principal causa de muerte en hombres y mujeres.
El
incremento en las tasas de infarto entre adultos jóvenes comenzó antes de la
COVID
En un estudio
que se realizó en el 2019,2 los investigadores evaluaron a 2097
pacientes de 50 años o menos que ingresaron con un infarto de miocardio tipo 1.
Según los datos, el 20.5 % de los pacientes tenían de 40 años para abajo. Al
comparar los datos de este grupo de pacientes con el grupo de personas de mayor
edad, sus perfiles de riesgo fueron muy similares con dos excepciones: las
personas más jóvenes tenían una tasa mayor de uso de sustancias, pero una tasa
menor de hipertensión.
Los pacientes
recibieron un seguimiento promedio de 11.2 años y los investigadores
concluyeron que, a pesar de tener casi 10 años menos, así como una menor
prevalencia de hipertensión, los "pacientes jóvenes con infarto de
miocardio tuvieron resultados similares a un año y a largo plazo que los
pacientes de 41 a 50 años”.3
En otras
palabras, a pesar de su edad, sus resultados a largo plazo fueron los mismos
que las que tenían 10 años más. En 20234, un artículo de opinión que
se publicó en JAMA también identificó un número creciente de adultos de 40 años
o menos con infarto prematuro. Los datos demuestran que el número de infartos
en este grupo de edad ha experimentado un incremento anual del 2 %. Algunos creen
que esta prevalencia se relaciona con los factores de riesgo cardiovascular,
como la obesidad y la hipertensión.
Los autores
advierten que estos datos son una señal de que "urge crear estrategias
para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares entre los adultos
jóvenes", ya que la literatura médica muestra esta misma tendencia. Por su
parte, un artículo5 que se publicó en National Geographic en
2023, también indica que hay un creciente número de adultos jóvenes con
enfermedades cardiovasculares, lo que incrementa su riesgo de infarto.
En una extraña
comparación, National Geographic equiparó el número creciente de muertes de
deportistas por paro cardíaco con el número creciente de infartos en adultos
jóvenes. El artículo menciona el paro cardíaco que sufrió Bronny James de 18
años, hijo de la estrella de la NBA LeBron James, mientras entrenaba en la
Universidad del Sur de California.
Después, el
escritor afirma que el paro cardíaco es diferente, pero que puede tener muchas
causas, como "miocardiopatía (músculo cardíaco engrosado), insuficiencia
cardíaca, arritmias (latidos cardíacos irregulares) y, sí, infartos".
Aunque en términos técnicos es correcto que un infarto pueda causar un paro
cardíaco, que es cuando el corazón deja de latir, es muy raro que los
deportistas de alto rendimiento tengan algún problema de salud que primero
cause un infarto y luego un paro cardíaco.
En seguida, el
artículo enumera algunos de los principales factores de riesgo de las
enfermedades cardíacas a una edad más temprana, que incluyen
"hipertensión, diabetes, colesterol alto y obesidad, ya que todos estos
problemas pueden obstruir y dañar las arterias y los vasos sanguíneos que
transportan sangre con oxígeno al corazón."6 Por último,
hay dos párrafos sobre la relación entre el COVID-19 y la salud del corazón, y
concluye que: "aún no está claro por qué los adultos jóvenes parecen tener
mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares por COVID".
La
relación entre los casos de muerte entre los deportistas y las vacunas antiCOVID
Pero, en el
artículo de National Geographic no mencionan los miles de casos de personas con
infarto o miocarditis por la vacuna antiCOVID. 7 En junio
de 2021,8 la FDA reconoció que las vacunas antiCOVID de Pfizer
y Moderna incrementan el riesgo de miocarditis y pericarditis.
De acuerdo con
el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS),9 hasta
el 28 de julio de 2023 había 27 343 casos de miocarditis o pericarditis, 20 505
infartos y 35 726 muertes relacionadas con las vacunas antiCOVID.
Un año después
al lanzamiento de la campaña de vacunación contra el COVID, un estudio de JAMA
que se publicó en enero de 202210, y en el que participaron 192 405
448 personas, concluyó que: "el riesgo de miocarditis después de recibir
las vacunas antiCOVID de ARNm incrementó en diferentes grupos de edad y sexo,
pero este incremento se volvió aún más marcado en hombres adolescentes y
jóvenes que recibieron la segunda dosis. Es importante que incluyan esta
reacción adversa en el análisis de riesgos y beneficios de estas vacunas".
En mayo de
2023,11en un comunicado de prensa de la Universidad de Yale se
refirieron a los más de 27 000 casos de miocarditis del VAERS como casos
"remotos". Durante una entrevista con Peter Suecia,12, el
Dr. Peter McCullough, experto en cardiología, describió la relación entre la
miocarditis y los eventos eléctricos anormales en el corazón que causan el paro
cardíaco.
“Aquí la
relación: las vacunas antiCOVID-19 causan miocarditis, así lo confirmaron la
FDA y todas las demás agencias reguladoras. Ahora, como cardiólogo, puedo
decirle que, si alguien tiene miocarditis, no podemos dejar que practique
deportes porque la oleada de adrenalina provocará un paro cardíaco.
Nuestras
directrices previas al COVID establecían que una persona con miocarditis no
debería practicar deporte. Ahora, muchos de los deportistas que se vacunaron,
desarrollaron miocarditis y siguieron practicando deporte, pero para la mala
suerte de algunos, esto les provocó una muerte cardíaca. Esta es una relación
directa, y no hay ninguna confusión al respecto”.
El Dr. Peter
McCullough también dijo que hay dos momentos en los que se produce una oleada
natural de adrenalina o epinefrina. 13 El primero es entre
las 3 am y las 6 am de la mañana, lo que coincide con muchos casos de personas
que sufrieron muerte cardíaca mientras dormían, y el segundo es durante el
ejercicio.
Existe un
grave problema de falta de responsabilidad y transparencia
En enero de
2023, el programa Children's Health Defense TV también entrevisto al Dr. Peter
McCullough 14, justo después de que Damar Hamlin, jugador de
los Buffalo Bills, sufriera un paro cardíaco durante un partido. Al principio
de la entrevista, habló de un artículo reciente15en el que él y su
colega encontraron un incremento significativo en las tasas de paro cardíaco
después del lanzamiento de la campaña de vacunación contra el COVID.
“Hace
poco, el Dr. Panagis Polykretis y yo, publicamos que antes de las vacunas
antiCOVID, el número promedio de paros cardíacos era de 29 al año en todas las
ligas de fútbol americano en Estados Unidos y fútbol en Europa (en donde hay
más deportistas que en la NFL).
Las
vacunas se lanzaron en 2021 y, desde entonces, el recuento de paros cardíacos
entre deportistas profesionales en Europa es de 1598, y 1101 de estos casos
tuvieron resultados fatales”.
En esta
entrevista con Aimee McBride, el Dr. Peter McCullough también habló sobre la
miocarditis. Dijo que, aunque en más de la mitad de los casos, no hay
presentación inicial, ni tampoco síntomas, las cicatrices son visibles en la
resonancia magnética. La cicatriz que se forma en el corazón, se relaciona con
un ritmo eléctrico anormal que puede provocar el síndrome de muerte súbita del
adulto. En su análisis,16 el Dr. Peter McCullough descarta
varias condiciones, entre ellas la conmoción cardíaca (common cordis).
La conmoción
cardíaca es un problema de salud que puede causar un paro cardíaco cuando se
golpea cierta parte del esternón. Como dijo el Dr. Peter McCullough, el equipo
de protección que se utiliza en el fútbol americano protege el esternón y,
aunque este problema ocurre de 20 a 30 veces al año en los jugadores de
béisbol, no se había visto en la NFL, tal vez por este mismo equipo de
protección.
El Dr. Peter
McCullough y Aimee McBride dijeron que tenían la esperanza de que el caso de
Damar Hamlin, que acaparo la atención de todo el mundo, abriera las puertas a
una conversación de la que nadie quiere hablar y pusiera fin al "silencio
y el engaño" que rodea a este tema de la seguridad de las vacunas. En el
pasado, el estado de vacunación de los deportistas se consideraba información
confidencial, pero dado que la NFL obligó a todos los jugadores a vacunarse, se
esperaba que este evento fuera suficiente para abrir una investigación.
Por desgracia,
su esperanza fue en vano, ya que, en abril de 2023, Damar Hamlin17 dijo
que su problema fue el resultado de una conmoción cardíaca, y ningún medio de
comunicación informó nada sobre su estado de vacunación, pero por las
estadísticas de la NFL, sabemos que en junio de 2020 casi el 80 % de los
jugadores habían recibido la vacuna, mientras que algunos equipos tenían más
del 90 % de su plantilla vacunada. 18
En un artículo
reciente que publicó en Substack,19 el Dr. Peter McCullough
mencionó dos estudios, uno que demuestra de forma concluyente que la
miocarditis inducida por la vacuna antiCOVID puede ser fatal, y otro que
descubrió que entre las personas jóvenes con daño cardíaco confirmado por
resonancia magnética, había un 58 % de anormalidad residual en el corazón
después de un año, lo que sugiere que el daño está formando una cicatriz en el
músculo cardíaco, y que este efecto podría ser permanente.
De manera
curiosa, de los 40 adolescentes (en su mayoría hombres) que participaron en el
estudio, el 73 % no presentaba síntomas cardíacos. Sin esta evaluación, los
padres jamás habrían sabido que su hijo tenía un problema en el corazón.
Es
probable que el VAERS no muestre el panorama completo
El Dr. Peter
McCullough20también habló de un estudio que se realizó en 1992, el
cual demostró que una infección por coronavirus podría causar miocarditis en
animales. Cuando el COVID-19 apareció por primera vez en 2020, casi el 30 % de
los deportistas de "Big Ten" (principales universidades de los
Estados Unidos) contrajeron esta enfermedad. Este grupo de universidades creó
programas de pruebas que incluían electrocardiogramas, ecocardiogramas,
resonancias magnéticas y análisis de sangre para detectar troponina cardíaca.
El programa se suspendió después de que detectaron solo seis casos de
miocarditis entre los miles deportistas que se sometieron a las pruebas.
Pero, una vez
que se lanzó la vacuna y la miocarditis se convirtió en un problema grave, no
reanudaron estos programas de detección.
Según el Dr.
Peter McCullough, ninguna de las organizaciones de fútbol americano
universitario y de la NFL utiliza biomarcadores avanzados para detectar
miocarditis, incluso después de obligar a todos sus deportistas a vacunarse y,
a pesar de que la FDA y otras agencias reguladoras, reconocieron de manera
oficial la miocarditis como una reacción adversa de estas vacunas. El Dr.
McCullough lo describe como un grave error.
Se supone que
el sistema VAERS identifica las vacunas que causan una cantidad anormal de
reacciones adversas o problemas. Pero, como dijo el Dr. Peter McCullough, para
presentar un reporte ante el VAERS se deben ingresar muchos detalles,
incluyendo el número de lote de la vacuna, 21 y cree que
este proceso es tan tedioso que muchas personas no pueden levantar su reporte.
Aunque cualquiera
puede presentar un reporte ante el VAERS, es un proceso muy largo y complicado
y según, los críticos esta es la razón por la que el VAERS puede tener
información poco precisa e incluso afirmaciones falsas, entonces como puede
ver, los casos que se reportan podrían estar muy por debajo del número real.
Por el Dr. Mercola
29 AGOSTO 2023

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