A diferencia de los panes comunes hechos con
harina de trigo, maíz, espelta u otras harinas, los panes germinados contienen
la parte más valiosa del cereal en sí: el grano o semilla del propio cereal
germinado.
No contienen levadura, huevos ni productos
lácteos añadidos, son panes muy digestivos y con un alto valor nutricional ya
que contienen vitaminas del grupo B que nos ayudan a estabilizar el sistema
nervioso, vitamina E, que es uno de los mejores antioxidantes, proteínas
vegetales, enzimas y una gran cantidad de fibra, ideal en casos de
estreñimiento.
En el proceso de germinación se utiliza agua
pura filtrada y la mejor selección de los granos de cereal, condiciones
indispensables para obtener un pan de textura única y con un punto de dulzura.
El grano una vez germinado se transforma aumentando significativamente la
cantidad de minerales que contenía el grano entero.
Se recomienda a personas diabéticas puesto
que en el proceso de germinación desaparecen la mayoría de almidones (azúcares
complejos); a personas que hacen deporte puesto que aportan fuerza y energía,
en estados de desmineralización, anemia, astenia física, embarazo, lactancia y,
en general, a todo el mundo quien quiera obtener todos sus beneficios.
CONSEJOS DIETÉTICOS:
Una o dos rebanadas de pan germinado del
cereal que más nos guste, con mermelada, una taza de bebida de arroz con
chocolate. Una cucharada de aceite de germen de trigo por la mañana y dos
cucharadas de levadura de cerveza por la tarde: nos mejorará la piel, nos
ayudará en el proceso digestivo regulando el tránsito intestinal y nos aportará
energía para empezar bien el día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario