La famosa playa brasileña de Copabana, situada en Río de Janeiro, acoge el mayor número de personas de la tercera edad de América Latina
Copacabana es seguramente la
playa más bella y famosa del mundo, y destino del turismo internacional, que se
queda prendado de la cordial hospitalidad de los cariocas, siempre dispuestos
para la fiesta. Pero es también el barrio con mayor concentración de ancianos
de América Latina, al igual que Río de Janeiro es el Estado brasileño con mayor
número de personas por encima de 60 años: 2,3 millones, un 15% de la población,
frente al 12% de São Paulo, por ejemplo. En Copacabana el índice de población
con más de 60 años es del 27%.
Los sociólogos están
estudiando el fenómeno de esta playa, que atrae como un imán a las personas
mayores o a los que desean envejecer en ese barrio luminoso de la ciudad. Sin
duda, les atrae la playa y su calzada, a la que acuden cada mañana a pasear
personas de cualquier punto de la ciudad. Otro de los aspectos que también les
seduce son las infraestructuras dedicadas a la tercera edad, desde gimnasios a
restaurantes con comidas pensadas para más mayores.
Los economistas han
tranquilizado a aquellos que pudieran pensar que un Estado como Río podría
resentirse económicamente por tener la mayor concentración de ancianos del
país. Es al revés: las personas de la tercera edad poseen una renta superior a
la media gracias a la pensión, a veces más de una, y a la ayuda que reciben de
los hijos. Los ancianos son consumidores, no sólo de medicinas, y acuden cada vez
más a los restaurantes, salen a pasear, frecuentan diferentes bares, se compran
ropa y viajan. Son vanidosos.
El hecho de que Copacabana, y
en general el Estado de Río, haya reunido tantos ancianos ha obligado a las
autoridades a interesarse por toda una serie de programas y estructuras
volcadas para la tercera edad. Por ello, los turistas, tanto nacionales como
extranjeros, que visitan la ciudad carioca encuentran muchas más facilidades
que en otras urbes.
Ya existen 120 centros
deportivos, cinco academias y cinco residencias en Río. Las autoridades han
puesto en marcha un programa para que las familias que cuidan a un anciano en
casa reciban 116 euros -casi un sueldo base-. Ya son 70 las familias que se han
acogido al programa.
Las posibles causas de que
Río haya concentrado un número tan elevado de personas que han superado los 60
años -en Brasil, las personas se jubilan con una media de 55 años- son varias.
Esta tendencia se arrastra desde que la ciudad carioca era la capital del país
antes de serlo Brasilia. Además, en los años 40 y 50 hubo una disminución
importante de la mortalidad infantil y un aumento de la escolaridad. En los
años 60 y 70 se redujo drásticamente el índice de fecundidad.
Río de Janeiro, que será la
sede de los Juegos Olímpicos de 2016, fecha para la cual las autoridades
esperan haber conseguido pacificar las favelas, foco de violencia y tráfico de
drogas, posee ahora un récord más. Además de ser la ciudad escogida por los
homosexuales como la que mejor les acoge del mundo, además de poseer las playas
más míticas, por lo menos de América Latina, y de ser la ciudad de la samba y
del culto al cuerpo con sus famosas garotas de Ipanema (otra de sus playas más
famosas), ahora se ha convertido en el paraíso de los ancianos.
JUAN ARIAS - Río de Janeiro - 08/12/2009
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