Un estudio reciente reveló los factores que aumentan el riesgo de
desarrollar el mal de Alzheimer. La buena noticia es que pueden modificarse con
un estilo de vida sano.
Cada 4 segundos se diagnostica un
caso de alzhéimer en el mundo y se estima que la cifra actual de 36 millones de
afectados aumentará a 106 millones en 2050. Un nuevo estudio, publicado en la
revista The Lancet Neurology, encontró los siete factores de riesgo que
aumentan la probabilidad de sufrir esta enfermedad degenerativa. Tres de ellos
tienen que ver con el estilo de vida y cuatro con afecciones provocadas por
estos hábitos. Estas son las siete amenazas.
1. La inactividad física. Un tercio de la población mundial es sedentaria y esta es la principal causa para padecer del mal de Alzheimer. Según el mencionado estudio, quienes no hacen ningún tipo de actividad física son 82 por ciento más propensos a desarrollarla. Lo ideal es hacer ejercicio desde la juventud, de esa forma las personas estarán “protegidas contra la hipertensión y la diabetes, y retrasarán el comienzo del alzhéimer”, dijo a SEMANA Sam Norton, coautor de la investigación y miembro del King’s College de Londres.
2. La depresión. Quienes tienen alzhéimer empiezan a perder la memoria y a sufrir cambios en su conducta: se vuelven apáticos y depresivos. Aunque la demencia senil y la depresión son enfermedades distintas, tienen muchos puntos en común. De hecho, la depresión es considerada un signo precoz de este mal y se calcula que los que la padecen tienen 65 por ciento mayor riesgo de sufrir de alzhéimer. Por eso si alguno de estos síntomas aparece a cualquier edad, es importante que el paciente consulte a un especialista.
3. La hipertensión. El aumento de la presión arterial multiplica el riesgo cardiovascular y otros trastornos que pueden hacer perder la memoria. La prevalencia de esta condición en personas entre los 35 y 64 años aumenta 61 por ciento la probabilidad de padecer el mal de Alzheimer. Por esa razón es fundamental hacer ejercicio, tener una dieta balanceada, mantener un peso acorde a la talla y no fumar, todo lo cual ayuda a tener controlada la presión.
4. La obesida. El exceso de peso, un problema que afecta cada vez más a la población mundial, ya no solo se asocia con problemas circulatorios sino también con el desarrollo del mal de Alzheimer. La característica de esta enfermedad es la formación de placas beta-amiloides y se ha establecido que la obesidad provoca mayor concentración de dicha sustancia. Por esto, las personas obesas tienen 60 por ciento mayor riesgo de tenerlo.
1. La inactividad física. Un tercio de la población mundial es sedentaria y esta es la principal causa para padecer del mal de Alzheimer. Según el mencionado estudio, quienes no hacen ningún tipo de actividad física son 82 por ciento más propensos a desarrollarla. Lo ideal es hacer ejercicio desde la juventud, de esa forma las personas estarán “protegidas contra la hipertensión y la diabetes, y retrasarán el comienzo del alzhéimer”, dijo a SEMANA Sam Norton, coautor de la investigación y miembro del King’s College de Londres.
2. La depresión. Quienes tienen alzhéimer empiezan a perder la memoria y a sufrir cambios en su conducta: se vuelven apáticos y depresivos. Aunque la demencia senil y la depresión son enfermedades distintas, tienen muchos puntos en común. De hecho, la depresión es considerada un signo precoz de este mal y se calcula que los que la padecen tienen 65 por ciento mayor riesgo de sufrir de alzhéimer. Por eso si alguno de estos síntomas aparece a cualquier edad, es importante que el paciente consulte a un especialista.
3. La hipertensión. El aumento de la presión arterial multiplica el riesgo cardiovascular y otros trastornos que pueden hacer perder la memoria. La prevalencia de esta condición en personas entre los 35 y 64 años aumenta 61 por ciento la probabilidad de padecer el mal de Alzheimer. Por esa razón es fundamental hacer ejercicio, tener una dieta balanceada, mantener un peso acorde a la talla y no fumar, todo lo cual ayuda a tener controlada la presión.
4. La obesida. El exceso de peso, un problema que afecta cada vez más a la población mundial, ya no solo se asocia con problemas circulatorios sino también con el desarrollo del mal de Alzheimer. La característica de esta enfermedad es la formación de placas beta-amiloides y se ha establecido que la obesidad provoca mayor concentración de dicha sustancia. Por esto, las personas obesas tienen 60 por ciento mayor riesgo de tenerlo.
5. El cigarrillo. El consumo
de tabaco afecta los sistemas respiratorio y circulatorio. Por esta razón las
neuronas de un fumador se privan del oxígeno necesario para su óptimo
funcionamiento. De ahí que la gente adicta a dicha sustancia tenga una
probabilidad 59 por ciento más alta de desarrollar alzhéimer. Una razón más
para dejar este vicio.
6. El bajo nivel educativo. Quienes no terminan la educación básica tienen 59 por ciento mayor probabilidad de sufrir alzhéimer. Por eso en América Latina, donde el nivel educativo es tan bajo, “los casos podrían cuadruplicarse en 2040”, explica Norton. Los médicos recomiendan leer o practicar juegos de ingenio como crucigramas. El cerebro también debe ejercitarse para no deteriorarse.
7. La diabetes. Las personas con niveles muy altos de azúcar en la sangre tienen 46 por ciento mayor riesgo de padecer de alzhéimer, pues “la resistencia a la insulina, sustancia que ayuda a metabolizar la glucosa de los alimentos, es un mecanismo causante de la disfunción cognitiva”, explicó a SEMANA el geriatra Robinson Cuadros.
6. El bajo nivel educativo. Quienes no terminan la educación básica tienen 59 por ciento mayor probabilidad de sufrir alzhéimer. Por eso en América Latina, donde el nivel educativo es tan bajo, “los casos podrían cuadruplicarse en 2040”, explica Norton. Los médicos recomiendan leer o practicar juegos de ingenio como crucigramas. El cerebro también debe ejercitarse para no deteriorarse.
7. La diabetes. Las personas con niveles muy altos de azúcar en la sangre tienen 46 por ciento mayor riesgo de padecer de alzhéimer, pues “la resistencia a la insulina, sustancia que ayuda a metabolizar la glucosa de los alimentos, es un mecanismo causante de la disfunción cognitiva”, explicó a SEMANA el geriatra Robinson Cuadros.
Revista Semana, Bogotá. Colombia. 26/07/2014
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