Uno de los mayores retos para quienes hacen dieta es cómo
resistir los embates del hambre. El periodista de la BBC Peter Bowes se sometió
a una prueba de científicos de California para ver los efectos de las dietas en
base a ayunos intermitentes, y en la segunda de tres entregas nos cuenta su
experiencia al respecto.
La dieta se ha probado en ratones y ahora también en seres
humanos. Los ayunos intermitentes consisten en hacer cada mes cinco días de una
dieta extremadamente baja en calorías.
Son días duros, pero, en compensación, en los restantes 25 días
del mes se hace una dieta normal, aunque no excesiva.
En los días de bajas calorías se consumen pequeñas cantidades de
alimentos para minimizar los efectos negativos de un ayuno total.
La dieta ha sido diseñada por científicos para proporcionar un
mínimo esencial de vitaminas y minerales e incluye sopas de vegetales, barritas
y bebidas energéticas, meriendas a base de col risada frita, té de manzanilla,
además de agua y café negro.
La cantidad de calorías de la dieta es muy baja: el primer día
son alrededor de 1.000 y después son 500 por los próximos cuatro días.
La dieta es monótona, pero al menos la limitada selección hace
que la planificación de las comidas sea relativamente simple.
"La razón por la que las dietas no funcionan es que por lo
general son muy complicadas y hay un problema de interpretación", señala
el doctor Valter Longo, director del Instituto de Longevidad de la Universidad
del sur de California.
Para él, los ayunos intermitentes funcionan precisamente porque
"no hay espacio para la interpretación". "O haces la dieta o no,
y si lo haces, verás los resultados".
Científicamente comprobada
"La razón por la que las dietas no funcionan es que por lo
general son muy complicadas y hay un problema de interpretación. Los ayunos
intermitente funcionan porque no hay espacio para la interpretación. O haces la
dieta o no, y si lo haces, verás los resultados"
Valter Longo, director del Instituto
de Longevidad de la Universidad del sur de California.
Los alimentos recomendados en esta dieta son el resultado de
años de investigación.
Su estudio en ratones demostró que cuando se les restringía las
calorías, éstos tenían una vida más larga y con menos riesgo de desarrollar
cáncer.
La idea era diseñar un régimen que llevara a cambios positivos
en las células, tal como sucedió con los ratones.
"Resultó que lo ideal era una dieta baja en proteínas,
carbohidratos y azúcares, pero alta en nutrientes", explicó Longo.
"Queríamos que fuera todo natural, no queríamos que
incluyera productos químicos ni nada asociado con enfermedades. Cada componente
tenía que ser sometido a pruebas, como se hace con los fármacos", señaló.
El científico destaca que los alimentos de las dietas no se
pueden hacer en casa, si se quieren obtener los mismos resultados obtenidos por
los científicos.
Nada fácil
La dieta incluye sopa de verduras, como por ejemplo de
zanahoria o espinaca.
Yo sabía que la dieta iba a ser difícil. Me gusta comer.
Disfruto de un desayuno grande y saludable, hago mucho ejercicio, y si fuese
por mí, picaría todo el día antes de comerme una cena abundante.
En los ciclos de bajas calorías, las comidas resultaron mejor de
lo esperado, al menos al principio.
Tenía tanta hambre que prácticamente lamí el plato hondo y me
comí hasta el último bocado de la col rizada que había en la bolsa, a ver si
aguantaba hasta la próxima ingesta.
Los dolores de cabeza, un síntoma típico de los ayunos,
comenzaron el segundo día, pero disminuyeron a las 24 horas, lo cual me dejó
con una gran expectativa.
Durante el día, y especialmente en la mañana, estaba más alerta
y productivo.
Los embates de hambre iban y venían. Era una cuestión de aguantarlos,
pero finalmente pasaban.
Al llegar la noche, particularmente el quinto día, estaba
exhausto. El cansancio comenzaba temprano, pero resistí tres ciclos de cinco
días cada uno, sin desviarme del régimen. Perdí un promedio de tres kilogramos
en cada ciclo, aunque recuperé el peso posteriormente.
Todos los participantes, yo incluido, llevamos un diario con un
registro de peso, la temperatura del cuerpo, comidas y estado de ánimo.
Los comentarios, positivos o negativos, eran vitales para la
integridad del estudio, diseñado para determinar si la dieta puede funcionar en
el mundo real.
Para mí y para todos, excepto el 5% de los voluntarios que no
completó los tres ciclos, la dieta es tolerable, pero las opiniones difieren en
torno al sabor de los alimentos.
Dieta estricta
·
Alex de la Cruz: "Yo la odié. El primer día me
dio un dolor de cabeza terrible, como si alguien me hubiese dado un golpe. La
pérdida de peso fue dramática, 4,5 kilos en los primeros cinco días. Quise
dejarla, pero no lo hice. Después, todo empezó a mejorar.
·
Angélica Campos: "Varios efectos positivos como
tener la cabeza despejada, especialmente en la mañana. Tendía a sentirme peor a
medida que pasaba el día. No la quiero hacer otra vez, pero si alguien me
dijera que la ciencia demostró que tiene beneficios a largo plazo, la haría.
Necesito ver evidencia de que es realmente efectiva".
·
"No es una dieta para quienes se amilanan fácilmente, fue
muy difícil porque la poca comida que puedes consumir se vuelve muy aburrida a
media que pasa el tiempo", dice Angélica Campos.
"Tuve que aislarme porque mi familia estaba ofreciéndome
comida constantemente. Pensaron que estaba loca".
No le gustaría, dice, pasar por la experiencia nuevamente, pero
lo haría si se comprueba que tiene beneficios de largo plazo.
Su novio, Alex de la Cruz, dice que los ayunos lo cansaban
mucho, pero al despertar en las mañanas se sentía con mucha energía.
"Lo que recuerdo de la experiencia es que los alimentos son
horribles, pero los resultados son totalmente positivos", dice.
Uno de los investigadores, el doctor Min Wei, señala que para
algunas personas la dieta es más dura que para otras, dependiendo del estilo de
vida.
La ausencia de postres y carbohidratos puede resultar difícil
para muchos y lo mismo se puede decir de sólo poder tomar café negro.
"Somos muy estrictos", dice, "recomendamos que la
gente se atenga al régimen. Si les gusta el café con leche, por ejemplo, no van
a poder tomarlo".
"Durante el día, y especialmente en la mañana, estaba
más alerta y productivo", señala Bowes.
Los datos de los voluntarios están siendo compilados y
analizados.
Las señales preliminares indican que la dieta es segura y que la
puede hacer la mayoría de las personas de buena salud, siempre que tengan la
capacidad de resistir los períodos de ayuno.
Sin embargo, los efectos completos sólo se pueden medir en el
largo plazo.
"Saber cómo las dietas influyen en tu cuerpo a veces toma
años y años", explica el doctor Lawrence Piro, oncólogo del Instituto de
Investigación Clínica de Los Ángeles. Este estudio en particular pasa ahora a
la fase de laboratorio.
Mientras tanto, yo sigo preguntándome si algo ha cambiado en mi
cuerpo que me indique que esta dieta extrema ha aumentado mis probabilidades de
evadir las enfermedades de la vejez.
Esta es la segunda de tres entregas sobre el ensayo del
periodista Peter Bowes que le estaremos ofreciendo en nuestro espacio de
nutrición de los domingos.
@bbc_ciencia
Domingo, 12 de enero de 2014
La dieta
Día 1 (1.000-1,100 cal)
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Día 2 (500 cal)
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Día 3 (500 cal)
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Día 4 (500 cal)
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Día 5 (500 cal)
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Media mañana
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Manzanilla + barra de frutos secos
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Manzanilla + barra de
frutos secos
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Manzanilla + barra de
frutos secos
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Manzanilla + barra de
frutos secos
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Manzanilla + barra de frutos secos
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Almuerzo
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Sopa de zanahora + kale deshidratada
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Sopa de zanahoria + bebida
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Sopa de zanahora + bebida
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Sopa de zanahorias + bebida
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Sopa de zanahorias + bebida
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Merienda
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Té + barrita energética
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Té
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Té
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Té
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Té
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Cena
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Sopa de remolacha + col rizada deshidratada
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Sopa de espinacas + col
rizada deshidratada
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Sopa de espinacas + col rizada
deshidratada
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Sopa de remolacha + col rizada
deshidratda
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Sopa de espinacas +
col rizada
deshidratada
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