Muchas veces compramos un pan crujiente sólo para comer
un pedazo antes de guardarlo. La próxima vez que vayas a por otro bocado,
probablemente verás que se ha transformado en una roca que ni siquiera es
adecuada para ponerla en la sopa. Sin embargo, gracias a la gente de la
web Bon Appétit,
nunca tendrás que deshacerte de una hogaza de pan nunca más. Su delicioso truco
traerá su pan de los muertos. Así es como se hace:
Paso 1: Abre
el grifo y sumerge el pan en agua
Mientras que en la web Bon Appétit afirman que se puede
usar agua fría o caliente, recomendamos que se use la fría. La razón
de esto es que cocinar o beber agua caliente del grifo aumenta su riesgo de
contaminación por plomo. Deja correr el agua sobre el pan hasta que la corteza
se haya empapado, pero tratando de evitar que el lado donde
está cortado el pan se quede demasiado húmedo.
Paso 2: Hornéalo
Pon tu horno a 150 °C y coloca el pan recién
empapado dentro. Hornea durante 6-12 minutos, dependiendo de cómo de
mojado esté.
Entonces, ¿funciona?
¡Sí! El agua que se filtra a través de la corteza se
convierte en vapor cuando el pan comienza a calentarse. Esto rehidrata el
interior del pan, haciéndolo mullido una vez más, mientras que el
calor del horno hace que la corteza quede crujiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario