En momentos en que muchos
vendedores y productores de comida en Reino Unido se comprometen a reducir los niveles de grasas saturadas en los alimentos,
BBC Mundo se pregunta cuánto sabemos en realidad de los diferentes tipos de
grasa que hay en nuestra dieta.
Además de
las grasas saturadas, otras que se encuentran de manera natural y artificial en
la comida son no saturadas y trans.
Y no toda
la grasa es mala; de hecho, un poco de grasa en la dieta ayuda al cuerpo a
absorber ciertos nutrientes.
La grasa también puede ser una
fuente de energía y algo que provee al cuerpo algunos ácidos grasos esenciales
y algunas vitaminas como la A y la D.
¿Entonces,
qué tipo de grasas debemos comer más y cuáles debemos tratar de evitar?
Grasas saturadas
Una dieta balanceada debería incluir más grasas no
saturadas que saturadas, como las de
las masitas.
Según NHS Choices, un servicio de asesoramiento online del Sistema Nacional de Salud británico, reducir algunas
comidas ricas en grasas saturadas es una parte importante de una dieta
saludable.
Entre esos alimentos está la mantequilla, la manteca, los chocolates, pasteles y masitas y los
productos cárnicos como las salchichas o los pasteles de carne.
La
mayoría de la gente come demasiada grasa saturada: en torno al 20% más del
máximo recomendado, según recogen los estudios de la Asociación Británica de
Dietética.
Las
recomendaciones del Departmento de Salud británico dicen que el hombre promedio
no debería comer más de 30 gramos de grasas saturadas al día, mientras que en
el caso de la mujer esa cifra no debería ser superior a 20 gramos diarios.
Una dieta rica en
grasas saturadas puede incrementar los niveles de colesterol de lipoproteína de
baja densidad o colesterol malo en la sangre a lo largo del tiempo, lo que
también aumenta la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Pero ese
riesgo ha sido puesto en duda recientemente.
El cardiólogo Aseem Malhotra escribió recientemente
en el British
Medical Journal que
las grasas saturadas han sido "demonizadas durante décadas" al
vincularlas con las enfermedades del corazón, algo que, dice, no ha podido ser
plenamente comprobado con evidencias científicas.
Según
Malhotra, la industria alimentaria ha compensado la bajada de grasas saturadas
con el aumento de azúcar.
Grasas no saturadas
El aguacate o palta es fuente de grasa no saturada.
Tener una dieta rica en grasas no saturadas puede
ayudar a bajar los niveles de colesterolmalos en la sangre y a incrementar los de
lipoproteína de alta densidad, el conocido como colesterol bueno.
Las
grasas saturadas pueden ser sustituidas en una dieta balanceada con las más
saludables grasas monosaturadas y polisaturadas, que se encuentran en muchos
alimentos como:
·
Los pescados
"azules" como el salmón, las sardinas o la caballa.
·
Frutos secos y
semillas.
·
Frutas y
vegetales, incluyendo el aguacate.
Los
pescados azules son ricos en ácidos grasos Omega-3, la fuente más rica de ese
tipo de grasa polisaturada.
Los
ácidos Omega-3 pueden ayudar a bajar los niveles de triglicéridos en la sangre,
a prevenir los coágulos de sangre y a mantener los ritmos cardiacos a un nivel
regular.
La
Fundación Británica del Corazón asegura que deberíamos comer dos porciones de
pescado a la semana y que al menos una de ellas debe ser pescado azul.
Además,
recomienda tomar una pequeña cantidad de grasas monosaturadas para ayudar a
mantener los niveles de colesterol.
Grasas trans (o ácidos grasos trans)
Comer menos galletas y pasteles puede ayudar a reducir los niveles de
grasa trans.
El tercer
tipo de grasas se encuentra en los ácidos grasos trans o grasas trans.
Las
grasas trans naturales se encuentran en bajos niveles en algunas comidas, como
los productos lácteos.
Las trans
artificiales se producen cuando la grasa pasa por un proceso de hidrogenación,
conocido como grasa hidrogenada.
Se puede
usar para freír.
Las
grasas trans artificiales también se encuentran en algunas comidas procesadas,
como las galletas y los pasteles y en algunas ocasiones se usan para alargar la
duración de los productos.
Una dieta
rica en grasas trans puede conducir a niveles altos de colesterol malo en la
sangre.
Pero, en
Reino Unido, por ejemplo, la mayoría de la gente no come mucha grasa trans. De
media, cada británico ingiere cerca de la mitad del máximo recomendado.
Y la
mayoría de los supermercados del país han retirado el aceite hidrogenado de sus
productos.
NHS
Choices asegura que consumimos muchas más grasas saturadas que trans, pero dice
que reducir la cantidad de grasas saturadas es más importante que disminuir la
ingesta de ácidos grasos trans.
@bbc_ciencia
Lunes, 4 de noviembre de 2013
Fuentes:
Departmento de Salud, Asociación Británica del Corazón, NHS Choices y NHS Fat
Facts.
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