A diferencia de los panes comunes hechos con harina de trigo, maíz, espelta u
otras harinas, los panes germinados contienen la parte más valiosa del cereal
en sí: el grano o semilla del propio cereal germinado.
No
contienen levadura, huevos ni productos lácteos añadidos, son panes muy
digestivos y con un alto valor nutricional ya que contienen vitaminas del grupo
B que nos ayudan a estabilizar el sistema nervioso, vitamina E, que es uno de
los mejores antioxidantes, proteínas vegetales, enzimas y una gran cantidad de
fibra, ideal en casos de estreñimiento.
En el
proceso de germinación se utiliza agua pura filtrada y la mejor selección de
los granos de cereal, condiciones indispensables para obtener un pan de textura
única y con un punto de dulzura. El grano una vez germinado se transforma
aumentando significativamente la cantidad de minerales que contenía el grano
entero.
Se
recomienda a personas diabéticas puesto que en el proceso de germinación
desaparecen la mayoría de almidones (azúcares complejos); a personas que hacen
deporte puesto que aportan fuerza y energía, en estados de desmineralización,
anemia, astenia física, embarazo, lactancia y, en general, a todo el mundo
quien quiera obtener todos sus beneficios.
CONSEJOS
DIETÉTICOS:
Una o
dos rebanadas de pan germinado del cereal que más nos guste, con mermelada, una
taza de bebida de arroz con chocolate. Una cucharada de aceite de germen de trigo
por la mañana y dos cucharadas de levadura de cerveza por la tarde: nos
mejorará la piel, nos ayudará en el proceso digestivo regulando el tránsito
intestinal y nos aportará energía para empezar bien el día.
¿Deberíamos consumir germinados?
Contienen más nutrientes y son
más digestivo pero la OMS advierte que la humedad necesarias para hacer
germinar legumbres o cereales son un caldo de cultivo para bacterias
potencialmente peligrosas
En los últimos años las
tiendas de alimentación natural y ecológica se han llenado de productos
germinados. Encontramos legumbres y cereales germinados que se venden solos o
como ingrediente de productos elaborados como el pan.
Los defensores de los
germinados cantas mil alabanzas sobre los nutrientes que aportan y lo
digestivos que son. Aunque sus defensores tienen razón en afirmar que son más
nutritivos también pueden acarrear inconvenientes para la salud si no se
manipulan bien.
¿Qué son los germinados?
Seguramente muchos recordaran
cuando en la escuela ponían unas lentejas entre algodón húmedo y al cabo de
unas semanas empezaban a salir unos tallos verdes. Esto es, ni mas ni menos, el
proceso de germinación.
Los granos de cereales son las
semillas de ciertas plantas como puede ser trigo, cebada, espelta, arroz, entre
otras. Al igual que cualquier otra semilla, los granos de cereales pueden
germinar y convertirse en una planta nueva, siempre y cuando tengan las
condiciones de temperatura y humedad adecuadas.
Nutritivos y digestivos
Según algunos estudios
científicos los granos germinados contienen determinados micronutrientes como
aminoácidos esenciales, vitaminas B, y ácido fólico, y minerales como hierro,
zinc, calcio y magnesio. Por ejemplo, los germinados de soja o de
guisantes, con un 27% de proteína, son comparables al porcentaje de la carne,
la leche y los huevos, pero sin el gran contenido en grasa. Además hay que
destacat que el proceso de germinación reduce la cantidad de fitatos, unos
compuestos naturales que impiden que los minerales pasen a la sangre y sean
absorbidos por el cuerpo. Por lo tanto, los granos germinados son más
nutritivos y son altamente beneficiosos para las personas que siguen una dieta
vegetariana o vegana.
Por otro lado, también es
importante destacar que los germinados son más digestivos. El grano entero de
cereal o legumbre contiene almidón que puede ser difícil de digerir para muchas
personas.
Cabe recordar que si un grano
de cereal contiene gluten su versión germinada también contendrá gluten. Existe
cierta evidencia científica de que las personas con una intolerancia leve al
gluten pueden digerir mejor los productos hechos con granos germinados. Ahora
bien, la germinación no elimina del todo el gluten, por tanto, por precaución,
cualquier persona que no tolere bien el gluten tampoco debería tomar estos
productos.
La parte negativa de los
germinados
Los procesos de germinación,
tanto si se hacen en casa como si se hacen industrialmente, deben estar muy
bien controlados ya que las condiciones de humedad necesarias para hacer
germinar legumbres o granos de cereales son también las que algunas bacterias
potencialmente peligrosas aprovechan para crecer.
La contaminación puede tener
lugar en los campos por culpa de los abonos, que el agua para regar esté
contaminada, o durante la conservación o el transporte si entran en contacto
con objetos sucios. Los granos germinados también pueden estar contaminados igualmente
durante la germinación, si se utiliza un agua sucia o se manipula el grano con
las manos contaminadas.
Según la Organización
Mundial de la Salud, las epidemias asociadas al consumo de granos
germinados han demostrado que en la mayoría de los casos, se trataba del mismo
grano en cuestión el que estaba contaminado.
En Estados Unidos, la Food and Drug Administration, la
agencia que regula los alimentos y medicamentos que se pueden comercializar,
recomienda que los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y las personas
que tengan el sistema inmune debilitado eviten comer verduras, semillas y
granos germinados crudos, y que, si lo quieren hacer, primero los cuezan
ligeramente.
Alfalfa germinada, un buen antioxidante, los más aceptados junto a los de soja (C. Ducation Images/UIG)
05/04/2016 09:32Actualizado a22/06/2017 18:33
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