El
veganismo es una filosofía y un estilo de vida. Su principal objetivo es
excluir la explotación de los animales usados para alimentos, ropa o cualquier
otro fin y la crueldad que ello supone. Es el estilo de vida más sano y
respetuoso con los animales y la naturaleza. El veganismo es un posicionamiento
ético en el cual se considera que todo el reino animal debería tener los mismos
derechos que los seres humanos: libertad, seguridad y respeto.
Se
distingue del vegetarianismo por ser una alimentación puramente vegetal, es
decir sin incluir productos lácteos, huevos o incluso pescado, alimentos que sí
son consumidos por vegetarianos no estrictos.
A
pesar de la reconocida importancia ética y medioambiental y de los efectos
sobre la salud que suponen las dietas veganas, hay que tener especial cuidado
en la elección de los alimentos, los cuales deberán aportar todos los
nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Uno de los
principales nutrientes a tener en cuenta son las proteínas.
Las
proteínas, juntamente con los hidratos de carbono, los lípidos y el agua son
macronutrientes. Esto quiere decir que se necesitan en mayor cantidad en
comparación con los micronutrientes, que son las vitaminas y las sales
minerales. Las hay de dos clases: de origen animal (carne, huevos, pescado y
aves); y de origen vegetal (cereales, legumbres, frutos secos). La función
principal de las proteínas es plástica o estructural, es decir constructora y
reparadora de células y tejidos, por lo que podríamos decir que son los
ladrillos de nuestro cuerpo.
Las
proteínas están formadas por la asociación de diferentes aminoácidos de los
cuales 11 son esenciales. Un aminoácido esencial es aquel que no puede ser
sintetizado por el organismo, por lo tanto debe ser aportado en la dieta.
Una
proteína se considera de alto valor biológico cuando contiene todos los aminoácidos
esenciales, por ejemplo el huevo. En el mundo vegano, la alternativa ideal para
obtener fuentes de proteínas de calidad reside en la asociación de varios
vegetales, combinando por ejemplo cereales con legumbres y añadiendo en las
comidas otras fuentes importantes de proteínas como frutos oleaginosos,
germinados de legumbres, frutos secos, bebidas de soja, tofu, seitan, y tempeh.
De esta manera se consigue incorporar a la dieta todos los aminoácidos
esenciales.
Hoy
en día uno de los mayores problemas de salud pública radica en el abuso del
consumo de derivados lácteos y de carnes de todo tipo, especialmente de carnes
rojas. El consumo excesivo de grasa y proteína animal sobrecarga la función
renal y es perjudicial para nuestro aparato circulatorio. Un exceso de carne,
pescado, huevos y leche incide negativamente sobre nuestra salud, favoreciendo
el desarrollo de enfermedades de origen nutricional como la arteriosclerosis,
la hipertensión, la diabetes y las enfermedades del corazón.
Seguir
una dieta vegana equilibrada puede ser una manera saludable y natural de
disminuir estos problemas.
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