Las células cancerígenas pueden perder sus
"superpoderes" de escapar de la muerte si se enfrentan a un compuesto
abundante en la dieta mediterránea
Investigadores de la Universidad de Ohio,
en Estados Unidos, descubrieron que esta especie de "kriptonita"
llamada apigenina -presente en el perejil, el apio y la manzanilla, entre otras
frutas y vegetales- debilita las células del cáncer.
Al alterar un paso específico en la
regulación del gen, este compuesto reeduca las células cancerígenas en células
normales que eventualmente mueren.
"Creo que lo más importante de nuestro
trabajo es que a diferencia de un fármaco, los compuestos que están en una
dieta ayudan a restablecer un balance en la célula dirigiéndose a muchos
compuestos celulares", le dijo a BBC Mundo, Andrea Doseff, quien codirigió
el estudio.
El equipo pudo identificar 160 moléculas
dentro de una célula humana asociadas a la apigenina. Esto permite, según el
estudio publicado en la revista especializada Proceedings of the National
Academy of Sciences (PNAS), restablecer un balance que hace que una célula
cancerígena sea susceptible a fármacos que posiblemente antes no podían ser
efectivos.
Buenas
y malas
Este hallazgo representa un avance en lo
que sabemos sobre los beneficios de los micronutrientes, pues mucho de lo que
se conoce hasta ahora está basado en estudios epidemiológicos que muestran una
relación positiva entre ingerir comidas específicas y una vida más saludable.
La apigenina afecta a un repertorio de
proteínas de una célula humana y las hace más accesibles. "Lo que no se
sabía hasta ahora es que un compuesto en una comida puede cambiar qué tipo de
proteínas expresamos en una célula".
"Tienes proteínas que pueden estar en
una forma buena, y las mismas proteínas pueden tener diferencias que la hacen
malas. Lo que descubrimos es que esta apigenina se une a la ribonucleoproteína
y cambia el repertorio de las proteínas, convirtiendo a una célula con
repertorios cancerígenos a lucir como una célula con repertorios no
cancerígenos", explicó Doseff.
La experta aclara que su estudio de
laboratorio no quiere decir que con comer apio o perejil se pueden matar a las
células cancerígenas.
"Lo que nos permite es cambiar la
forma en la que pensamos los compuestos de las comidas y sus diferencias con un
fármaco", agrega.
Super
compuesto
El equipo de Doseff decidió investigar este
compuesto porque sabían que era un potente antiinflamatorio y anteriormente
habían determinado sus beneficios para las leucemias.
"La ventaja es que este compuesto ya
está presente en dietas que la gente está comiendo mucho porque tiene
beneficios cardiovasculares", explica la especialista.
A partir de esta investigación, expertos
podrían determinar cómo se pueden modificar las comidas de una manera funcional
para poder incrementar la cantidad de apigenina accesible para nuestro cuerpo.
"¿Cómo hacemos para que algo que
sabemos que es bueno lo podamos tener en una cantidad que realmente llegue
grado de hacerlo eficaz para nuestra salud?", se pregunta la especialista.
Los suplementos podrían ser una manera,
aunque cabría determinar si se metaboliza de la misma forma que un alimento.
La investigadora explica que en la
nutrición hay un balance, por lo que "la apigenina es una criptonita que
necesita nuevas criptonitas que están por descubrirse".
Doseff considera que al saber cómo actúan
los compuestos, se puede acelerar la implementación de mejores terapias y
realizar una intervención preventiva.
24 DE MAYO 2013 - 11:58 AM
El compuesto llamado apigenina está presente en el perejil / BBC Mundo
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